Serán los hombres más solos en el estadio Omnilife, apenas alcanzarán a verse entre sí durante el Clásico de clásicos, pero ambos saben que hoy librarán una batalla aparte: la del amor propio.
Luis Michel y Guillermo Ochoa custodian los marcos de los clubes más populares en México, situación que basta para que exista cierta rivalidad profesional entre ellos, pero el duelo adquiere mayor importancia porque ambos son de las opciones más importantes para adjudicarse la titularidad tricolor.
El meta del Guadalajara es seis años mayor (31) que su adversario (25), pero la experiencia en el cotejo de máxima pasión es del carismático futbolista azulcrema, quien suma 17 partidos consecutivos frente a las Chivas. En cambio, el de esta tarde será el décimo para el portero del Rebaño Sagrado.
“[Ochoa] es un buen arquero, lo ha demostrado en todo el tiempo que tiene jugando”, analiza Michel. “Tiene grandes condiciones y es una gran persona, un buen amigo. Me va a dar mucho gusto saludarlo este fin de semana”.
Los dos fueron suplentes de Óscar Pérez en la más reciente Copa del Mundo, por lo que convivieron durante casi tres meses. Se conocen a la perfección.
“No tenía el gusto de haber tratado a Michel. Lo hice ahora en el Mundial y es una gran persona, un gran arquero”, comparte el capitán americanista. “Le tocó debutar un poco tarde, pero ha demostrado la capacidad que tiene”.
Nueve de los más recientes episodios de la historia protagonizada por Chivas y Águilas han tenido a Luis Ernesto y Francisco Guillermo en los arcos. El único en el que no se enfrentaron fue el del Apertura 2008, debido a que el portero rojiblanco se recuperaba de una fractura en el antebrazo izquierdo.
El balance de los choques directos favorece al americanista: cinco victorias, un empate y tres reveses, con ocho goles para los azulcrema y seis para los tapatíos.
La naturaleza de su posición los hará hombres básicos para su equipo, compromiso que será acentuado por la confrontación personal que sostienen desde hace tiempo.
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