Apenas la semana pasada, en el marco del festejo oficial por los primeros cien días de gobierno de Alejandro Murat, comentamos en este espacio que las negociaciones que sostienen el IEEPO y la Secretaría General de Gobierno con la dirigencia de la Sección 22 del SNTE estaban siendo rebasadas por intereses de tipo político en detrimento de lo realmente educativo. Advertimos también sobre la urgencia de que el Titular del Ejecutivo fortalezca la estructura del IEEPO porque, hasta donde se ha visto en estos primeros cien días, los funcionarios recién incorporados a esa institución desconocen totalmente el funcionamiento del sistema educativo en el estado y, de manera particular, lo relacionado con el accionar de la Sección 22.
Con la llegada del 21 de marzo, además del festejo por el natalicio de Benito Juárez y la realización de la primera audiencia pública del Gobernador del Estado, también salió a la luz la verdad sobre los supuestos avances logrados en las mesas de trabajo con la Sección 22. Como ya es sabido, porque los diferentes medios informativos dieron amplia y oportuna cobertura al suceso, maestros de la Sección 22 y ex-normalistas aprovecharon la realización de estos dos eventos oficiales para manifestarse, a su manera, contra la incapacidad y la falta de sensibilidad de los funcionarios del IEEPO y la Secretaría General de Gobierno, en las mesas de trabajo. En concreto, ahora se sabe, los avances difundidos por el equipo oficial de negociadores, no existen.
Cumplidos los primeros cien días de este gobierno, los trabajadores de la educación, no sólo sus líderes, siguen acusando los mismos problemas que fueron “el pan de cada día” durante la recta final del gobierno encabezado por Gabino Cué. Entre estas contrariedades se destaca por su efecto pernicioso sobre los derechos de los trabajadores y los alumnos, el tortuguismo en los trámites de carácter administrativo provocado por la ineptitud de los funcionarios del “nuevo” IEEPO que, a estas alturas, continúan incrustados y haciendo de las suyas en le estructura central del instituto.
Luego de lo ocurrido el martes pasado en las inmediaciones del Palacio de Gobierno, donde el Gobernador llevaba a cabo su primera audiencia pública, ha quedado claro que ni el IEEPO ni la Secretaría general de Gobierno están haciendo bien su trabajo o que, tal vez, están trabajando para un proyecto que no es el que encabeza Alejandro Murat. Pero sea lo que sea, lo incuestionable es que las cosas no pueden seguir como hasta ahora en cuanto al trato y la negociación con la Sección 22. El nivel de inconformidad del magisterio, heredado por el gobierno anterior, y su capacidad de presión manifestada el 21 de marzo, sólo confirman una cosa: frente a ellos el gobierno no debe seguir improvisando.
No es grato, ni mucho menos conveniente para nadie, que el resultado más contundente de los primeros cien días de negociación (por decirlo de alguna manera) del nuevo gobierno con la Sección 22 sea, lamentablemente, el acuerdo del congreso de la CNTE de “boicotear todos los eventos del Gobernador”. Ahí está, para quienes ya lo olvidaron o para quienes quieran minimizar las consecuencias de un acuerdo de esta naturaleza en la agenda de trabajo del Gobernador, la experiencia vivida por Ulises Ruiz, desde luego que por causas muy diferentes a las que ahora motivan al magisterio.
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