Diana Mendez
Este Miércoles de Ceniza, la Iglesia católica inicia la Cuaresma, un tiempo de reflexión, arrepentimiento y preparación espiritual para la celebración de la Resurrección de Cristo. En la Catedral de Oaxaca, el arzobispo Pedro Vázquez Villalobos encabezó la ceremonia litúrgica, recordando a los fieles que este es un periodo de gracia para revisar sus vidas y fortalecer su relación con Dios.
En su homilía, destacó la importancia de mirar nuestro actuar con humildad, reconociendo tanto las buenas obras como los errores cometidos. “No se trata de buscar culpables, sino de asumir con sinceridad nuestras faltas y pedir a Dios misericordia”, expresó.
Asimismo, exhortó a los fieles a agradecer por los signos de bondad que han experimentado en sus vidas, desde la comprensión y el amor en la familia hasta el crecimiento en valores como el respeto y la generosidad. “Todo lo bueno que hemos hecho es por la gracia de Dios, y a Él debemos darle las gracias”, subrayó.
Vázquez Villalobos recordó que la imposición de ceniza es un símbolo de humildad y conversión, pero no sustituye la obligación de vivir auténticamente la fe. “Hoy las iglesias se llenan de personas buscando la ceniza, pero la verdadera pregunta es: ¿acudimos con la misma frecuencia a la Misa dominical?”, cuestionó.
Finalmente, alentó a los fieles a aprovechar este tiempo de Cuaresma para renovar su compromiso con Dios y con los demás. “Cuarenta días pasan rápido, pero si los vivimos con un verdadero espíritu de conversión, llegaremos a la Pascua con un corazón renovado y fortalecido en la fe”, concluyó.
Con este mensaje, la comunidad católica de Oaxaca inicia su camino cuaresmal con el propósito de crecer en espiritualidad, reconciliación y amor al prójimo.