El próximo gobierno debe presentar una manifestación de impacto ambiental (MIA) regional para el Tren Maya que se prevé comience a construirse el 16 de diciembre, pero aún no se ha enviado a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Su evaluación requiere al menos 60 días, sostuvo el titular de la dependencia, Rafael Pacchiano. El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, anunció que el próximo mes comenzará la construcción del Tren Maya, pero la legislación establece que para ello se requiere la presentación de una MIA ante la Semarnat.
No hay ningún proyecto ingresado. Las obras no pueden comenzar si no se cuenta con la MIA; los plazos de ley para la evaluación son 60 días, prorrogables a 120 en total si la información no está completa, explicó el funcionario.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) puede clausurar cualquier obra que sea sujeta por ley a una MIA o a cambio de uso de suelo forestal, si no la tiene, la autoridad tiene que intervenir para sancionar, indicó en entrevista tras la presentación del libro Parque nacional Revillagigedo. Refugio de gigantes. Indicó que debido a que en ese proyecto intervienen varios estados se requiere una MIA regional, además de estudios que marca la ley, definir si hay vegetación a remover y si hay cambio de uso de suelo forestal.
La invitación es a que cualquier proyecto que se presente cumpla las leyes ambientales, agregó. Es importante tomar la mejor información para tomar decisiones. No se ha iniciado obra, el siguiente gobierno tendrá que cumplir cien por ciento las leyes ambientales.
Por su parte, José Sarukhán Kermez, coordinador de la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad, consideró que ese proyecto hay que analizarlo. El asunto no es trivial, precisó.
Alejandro del Mazo, titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, dijo que se sabe que se buscará usar los caminos de vía, pero la próxima administración deberá analizar la situación. Se ha mencionado que pasará por la reserva de la biosfera de Calakmul, la cual está inscrita en la lista de patrimonio mixto de la humanidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), por eso tiene los ojos internacionales encima.
Guillermo Haro, titular de la Profepa, durante la presentación del libro confió en que las obras que se anuncian por el próximo gobierno no comprometan la riqueza del capital natural. Dijo que sin restricciones ni excusas se deben cumplir los acuerdos de París, sobre reducir emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la gestión de residuos, elevar la capacidad hídrica. No es opción despreciar avances internacionales, aseveró.
Fuente: jornada.com