Milicianos suníes lanzaron hoy un nuevo ataque sobre una importante refinería de petróleo iraquí que intentan tomar desde hace días, pero fueron repelidos por las fuerzas de seguridad, según un comandante en el lugar, mientras decenas de asesores militares y de tropas especiales estadounidenses empezaban a asistir a las tropas iraquíes en un intento por reforzar la capacidad de Bagdad de responder a la insurgencia.
El gobierno del primer ministro, Nuri al Maliki, tiene problemas para frenar los avances de los milicianos de Estado Islámico para Irak y el Levante (EIIL), un contingente bien entrenado y con capacidad de movimiento que se cree tiene unos 10 mil combatientes dentro de Irak.
El primer ministro hizo un llamamiento a la clase política de su país para cerrar filas frente a los milicianos suníes, pero no concretó ninguna medida para la minoría suní del país.
Agencias