China ejecuta a cuatro mil personas al año, lo que lo sitúa como el país que más recurre a la pena capital en el mundo, pese a bajar un 50 por ciento el número de ejecutados desde 2007, informó hoy la fundación defensora de derechos humanos Dui Hua.
Pekín también aprobó este año una reforma que reduce los delitos por los cuales se puede aplicar la pena capital, como la evasión fiscal, y prohíbe la aplicación de la pena máxima para los condenados de más de 75 años de edad.
EFE