Tribunales egipcios dirimían el domingo casos contra el presidente derrocado Hosni Mubarak y los principales dirigentes de su archirrival, la Hermandad Musulmana, en relación con los asesinatos que se produjeron durante las protestas de 2011 y 2013 que llevaron a sus respectivas caídas.
El tribunal que juzga al líder de la Hermandad Mohamed Badie y otros cinco miembros del grupo islamista pospuso las audiencias hasta el 29 de octubre. El juicio contra los acusados, dos de los cuales todavía están en la clandestinidad y están siendo juzgados en ausencia, se relaciona con los enfrentamientos que dejaron nueve muertos afuera de la sede de la Hermandad Musulmana de El Cairo el 30 de junio.
Los cuatro detenidos no estaban presentes en la sala del tribunal ubicado en el centro de El Cairo por razones de seguridad. Fueron arrestados este mes como parte de una ofensiva contra la Hermandad tras el derrocamiento del presidente Mohamed Morsi, que pertenece al grupo, y la violencia relacionada.
En otra sala del tribunal en el este de El Cairo, Mubarak parecía relajado en gafas de sol oscuras y ropa blanca en su primera comparecencia desde que fue liberado de prisión la semana pasada y trasladado a un hospital militar. El ex presidente de 85 años, cuyo abogado ha afirmado que ha estado al borde de la muerte, se sentó en una silla junto a sus dos hijos, que están siendo juzgados en otro caso de corrupción relacionado.
Mubarak ha estado detenido desde abril de 2011, dos meses después de que fue derrocado en un levantamiento contra su gobierno. Fue declarado culpable y condenado a cadena perpetua el año pasado por no detener el asesinato de unos 900 manifestantes durante el levantamiento de 18 días, pero su sentencia fue revocada en apelación. En abril se le abrió un nuevo juicio junto con su jefe de seguridad y seis altos mandos policiales.
Su juicio fue aplazado hasta el 14 de septiembre.
Los seis miembros de la Hermandad, incluyendo Badie y sus adjuntos Khairat el-Shater y Rashad Bayoumi, están acusados ??de instigar el asesinato de nueve manifestantes el 30 de junio, cuando millones de personas salieron a las calles para exigir la destitución de Morsi.
Los asesinatos tuvieron lugar cerca de la sede de la Hermandad en el este Cairo, cuyas oficinas fueron presuntamente atacadas por una multitud supuestamente anti-Morsi. Decenas de miembros de la Hermandad quedaron atrapados en el interior del edificio durante horas y finalmente se prendió fuego al edificio. El grupo dijo que la policía animó a “matones” para que atacaran el edificio, mientras que los oficiales de seguridad dijeron que el grupo apostó francotiradores en lo alto del edificio.
El ejército depuso a Morsi tres días más tarde, y luego cerró los canales de televisión islámicos y lanzó una ofensiva contra el movimiento islamista, arrestando a sus líderes, entre ellos el-Shater y Bayoumi.
El arresto más reciente tuvo lugar el domingo, cuando las autoridades detuvieron al hijo de uno de los líderes de la Hermandad, Mohammed el-Beltagy, en la ciudad de Beni Suef, a unos 100 kilómetros (60 millas) al sur de El Cairo, junto con otros cuatro miembros del grupo. El funcionario habló a condición de anonimato porque no estaba autorizado a hacer declaraciones a la prensa.
Las autoridades han afirmado que los partidarios de Morsi están cometiendo actos de terrorismo, y apuntan a una serie de ataques contra iglesias y edificios gubernamentales. La Hermandad Musulmana y los partidarios de Morsi niegan que sus protestas sean violentas o que ataquen iglesias, y acusan a las autoridades de manchar su movimiento.
Sin embargo, grupos de derechos humanos dicen que grupos islamistas han incitado contra los cristianos, a los que acusan colectivamente del derrocamiento de Morsi.-Por MAGGIE MICHAEL
Agencias