El presidente Hosni Mubarak, quien se aferra al poder pese a las demandas sin precedentes para que abandone su mandato de 30 años en Egipto, se reunió este domingo con el poderoso Ejército, una institución que se cree podría tener en sus manos el futuro del país.
Mubarak sostuvo conversaciones con el vicepresidente Omar Suleiman, cuyo nombramiento el sábado posiblemente instaló el escenario para una transición de poder, con el ministro de Defensa Mohamed Hussein Tantawi, el jefe del Estado Mayor Conjunto Sami al-Anan y otros altos comandantes.
Una serie de disturbios están remeciendo el mandato autoritario de Mubarak y el apoyo de los altos comandantes es vital mientras otros pilares de su aparato de Gobierno peligran, señalaron analistas.
Los egipcios afrontan hoy el caos en las calles de su país, mientras las fuerzas de seguridad y algunos residentes de El Cairo intentan detener a los saqueadores.
Durante la noche, residentes de El Cairo armados con cadenas, palos y cuchillos formaron grupos para custodiar los vecindarios, después del retiro de la impopular fuerza policial tras choques con manifestantes que dejaron más de 100 muertos.
Las calles de la capital estaban mayormente desiertas, y Ejército custodiaba el Ministerio del Interior mientras los ciudadanos confiaban en las tropas para restaurar el orden, quienes no abrieron fuego en defensa del Gobierno de Mubarak, un gobernante de 83 años aliado de Estados Unidos.
Ante una intensa presencia militar, al menos 4 mil personas se reunieron hoy en la plaza Tahrir, que se ha convertido en el punto de encuentro para expresar la irritación por los niveles de pobreza, represión y corrupción en la nación más poblada del mundo árabe.
“El pueblo quiere que Mubarak caiga”, cantaban.
“Hosni Mubarak, Omar Suleiman, ambos son agentes de los estadounidenses”, gritaron los manifestantes, en referencia al nombramiento como vicepresidente del jefe de inteligencia Suleiman, la primera vez que el mandatario nombra un segundo al mando de su Gobierno en 30 años.
Es el cargo que Mubarak tenía antes de convertirse en presidente y podría establecer el escenario para una transición del poder. Muchos lo vieron como el término de las ambiciones del presidente de que su hijo Gamal lo sucediera.
“Mubarak, Mubarak, un avión te espera”, gritaban los manifestantes.
El domingo es normalmente un día laborable en Egipto, pero los bancos y los mercados financieros fueron cerrados por el banco central. La bolsa permanecerá cerrada el lunes.