La tercera parte (34.1 por ciento) de las personas de más de 60 años en México todavía tiene disposición y capacidad para trabajar, es decir todavía forman parte de la población económicamente activa (PEA), y al segundo trimestre de 2018 sumaron en esta condición 5 millones 120 mil en total, informó Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) a propósito del Día Internacional de los Adultos Mayores que desde 1990 se conmemora cada primero de octubre, por acuerdo de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Casi todos los mexicanos de la PEA que rebasan los 60 años trabajan, salvo un 1.1 por ciento que busca empleo. La mitad de quienes sí tienen tienen trabajo (49.6 por ciento), lo hacen por su cuenta y 37.6 por ciento son trabajadores subordinados, pero sus condiciones laborales no son las mejores.
“Es el grupo poblacional que tiene el menor porcentaje de trabajadores con prestaciones (50 por ciento) y el más bajo con acceso a servicios de salud (38 por ciento) y con contrato laboral (38.6 por ciento”, destacó el Inegi. Abundó que “son pocos los que llegan a una edad avanzada y tienen los recursos para ser empleadores (8.9 por ciento), mientras que otros, no perciben remuneración por su trabajo (3.9 por ciento)”.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha señalado que el hecho de que la mayoría de los ancianos trabaje por su cuenta se debe tanto a la discriminación que sufren para conseguir un trabajo asalariado como a su deseo de laborar de manera independiente aprovechando sus capacidades y experiencia, con horarios flexibles.
Conforme se incrementa la edad, señaló el Inegi, “el porcentaje de la PEA disminuye de 48.4 por ciento entre la población de 60 a 64 años a 16.5 por ciento entre quienes tienen 75 años o más”.
También detalló que de cada centenar de adultos mayores que trabajan, 21 lo hacen en “actividades elementales de apoyo”, es decir actividades domésticas o como vendedores ambulantes, 20 laboran en el campo y 15 son comerciantes, empleados o agentes de ventas. “Son pocos los trabajadores dedicados a actividades administrativas (2.7 por ciento) o son funcionarios, directores o jefes (2.8 por ciento)”.
Además hay una gran brecha entre los hombres y mujeres que trabajan que se incrementa conforme aumenta la edad ya que en la población de 75 años o más esta brecha es más alta: 27.1 por ciento en hombres respecto al 7.7 por ciento en mujeres. Además, el porcentaje de varones empleadores duplica el de mujeres porque entre los primeros suman 10 de cada 100 y entre ellas sólo son 5, pero lo contrario sucede entre los trabajadores no remunerados donde el 8.4 por ciento son mujeres, cinco veces más respecto al 1l8 por ciento que representan los varones.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) incluye entre sus principios que las personas de edad deben tener “la oportunidad de trabajar o de tener acceso a otras posibilidades de obtener ingresos”, en tanto que la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores establece que toda persona de 60 años o más debe contar con “igualdad de oportunidades en el acceso al trabajo o de otras opciones que les permitan un ingreso propio y desempeñarse en forma productiva tanto tiempo como lo deseen, así como a recibir protección de las disposiciones de la Ley Federal del Trabajo y de otros ordenamientos de carácter laboral”.
Fuente: jornada.com