Una pasajera tuvo que ser rescatada de entre los restos del tren, que quedó suspendido en una pendiente de la montaña, indicaron los responsables de primeros auxilios, que señalaron que no se teme por la vida del herido grave.
Precisaron que uno de los fallecidos es una turista rusa de 49 años de edad, mientras que la otra es de nacionalidad francesa de 82 años.
Las dos fallecidas se encontraban en el vagón delantero del tren, que cubre la línea entre la ciudad costera de Niza y la alpina de Digne-les-Bains.
Poco antes del mediodía, una roca del tamaño de un automóvil se desprendió de la montaña y rodó, varios metros golpeando al tren en el momento en el que este pasaba por el lugar, lo que provocó el descarrilamiento.
En el tren viajaban 34 personas, la mayoría de las cuales pudieron abandonar el aparato por sus propios medios.
Al parecer, el temporal de nieve y fuertes vientos que azotan a esa zona del país en los últimos días pudo ser el origen del desprendimiento de la gran roca.
El tren cubre una distancia de medio centenar de kilómetros, en más de tres horas por escarpadas laderas, por lo que en ningún momento puede alcanzar altas velocidades.
Según los investigadores, en el momento del accidente el tren circulaba a 30 kilómetros por hora.
Un gran número de medios de rescate, incluidos dos helicópteros, fueron enviados al lugar del accidente, una zona escarpada de difícil acceso.
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