Donají…La leyenda, obra de danza, luz y sonido que año tras año cautiva al público asistente al Auditorio Guelaguetza, es producto de la mente creativa del maestro Fernando Rosales García; él, fascinado con la tradición oaxaqueña es un profesional de la danza y un emprendedor que está seguro que, a través del arte, se puede enviar un mensaje de amor por nuestra tierra.
Con la participación de 89 ejecutantes en escena y 60 personas más en las áreas de luz, sonido, vestuario, logística y administración, este espectáculo deslumbra en el escenario con máxima capacidad de Oaxaca. La primera presentación del 2011, el 24 de julio, fue un éxito y se logró también un objetivo social: apoyar con la aportación del público, a la Casa Hogar del Adulto Mayor, que administra el DIF Municipal.
El maestro Fernando Rosales se muestra contento por los resultados de la primera presentación de ¨Donají…La leyenda”, pero nunca satisfecho, su autocrítica como creador lo mantiene siempre muy centrado en lo que debe mejorarse para tener un espectáculo de mayor calidad en cada representación.
De forma pausada, reflexiona acerca de los aspectos humanos, técnicos y de logística del espectáculo dancístico que cuenta con mayor asistencia de público en el Estado de Oaxaca.
¨Es un gran reto trabajar con un grupo que mayoritariamente no es de bailarines profesionales, pero que hacen su mejor esfuerzo para que las coreografías queden precisas y bien interpretadas; para mí es importante ver cómo , un puñado de personas se han desprendido de las representaciones y siguen el camino del arte¨ afirma.
Respecto al escenario comenta que la Rotonda de la Azucena es muy grande, y por lo tanto devora a las y los ejecutantes, por lo que estos deben tener mucho control y presencia escénica, la expresividad debe estar acrecentada y el sentido de la orientación muy afinado, pues se sale de los parámetros del escenario convencional y se tiene público en tres frentes.
La obra de danza, luz y sonido, es una feliz conjunción de muchos factores y apoyos, el Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez ha patrocinado este montaje por el importante símbolo que es la princesa zapoteca que sacrificó su vida por su pueblo; sin lugar a dudas el talento y la visión del maestro Fernando Rosales ha sido fundamental para que la puesta en escena sea exitosa.
Fernando Rosales nació en Oaxaca, pero fue llevado a Puebla desde muy pequeño, vivió a cuatro cuadras del Zócalo de la ciudad angelina, ahí se relacionó con la vida ritual popular, fue campanero en el templo de San Roque y en las fiestas populares veía bailar a los matachines; en ese momento ya sentía gran atracción por la danza.
Después de algunos años, regresó a la ciudad de Oaxaca, aquí comenzó a cursar una carrera de carácter técnico pero la abandonó para seguir su pasión por la danza en la capital del país. Ahí en la Academia de Danza Mexicana del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) el mundo de la profesionalización se abrió para él.
Con la ayuda de la familia Vásquez Labastida pudo permanecer en la ciudad de México, aunque tenía muchas limitaciones económicas. El maestro recuerda las veces que le tocó regresar a casa bajo la lluvia desde la sede de su escuela, en el Centro Cultural del Bosque, atrás del Auditorio Nacional.
También hubo un aprendizaje invaluable en esa época en la que fue compañero de personalidades que ahora son referentes obligados de la danza en México, han despuntado, tienen compañías y viajan alrededor del mundo como Esperanza Bedolla, originaria de Michoacán. Muchos de sus compañeros vinieron a Oaxaca a disfrutar y a aprender durante las Fiestas de los Lunes del Cerro.
Esa fue la etapa formativa, a la que siguió mucho trabajo arduo en Oaxaca.
Así que lo que hay detrás de Donají…La leyenda es mucha preparación para hacer de este, el espectáculo con más reputación que sobre el tema de la princesa zapoteca, se hace en el país.
Donají comenzó en 1982, anteriormente ya se había representado en un teatro convencional, o teatro a la italiana, con su afore de telones y el público al frente; dada la gran aceptación del público pasó a ser un espectáculo masivo. Nunca antes se había presentado un montaje de este tipo para un público tan numeroso.
Fernando Rosales no se desapega de Oaxaca, ha tenido la oportunidad de hacer su aportación a la cultura local con la danza inspirada en temas tradicionales, pero que tiene el toque contemporáneo y estilizado; ¨para que yo ofrezca algo al público, primero tiene que gustarme y convencerme a mí, por lo tanto, hay que ser muy exigente en todo el proceso¨, afirma el maestro.
Su experiencia en espectáculos de gran formato lo han llevado a hacer el espectáculo llamado Ñu´u para recibir el nuevo milenio en el Auditorio Guelaguetza el 31 de diciembre de 1999; también fue el director del espectáculo artístico inaugural del Encuentro Nacional Intertecnológico 1988, en el atrio del Templo de Santo Domingo, en donde se puso un espejo de agua y se hizo proyección de sombras sobre los muros del Exconvento.
Pero Donají…La leyenda es el proyecto que, por su continuidad, ha merecido la mayor atención a lo largo de 29 años. Desde antes que se inicien los ensayos, Rosales García replantea muchas cosas: vestuario, diseño de luces, partes de la narración e incluso, los cuadros coreográficos.
¨Se trata de rehacer cosas, volver a deshacerlas, pensarlas, cuestionarse de la efectividad de las innovaciones y empezar de cero cuantas veces sea necesario, el público merece calidad¨ afirma con convicción.
Con su larga experiencia en el mundo de la danza y de la tradición, el Rosales García asevera que Oaxaca es una tierra plena de leyendas mitos y tradiciones que podrían ser llevados con regularidad al escenario de gran formato, para público masivo y esto se podría convertir en un atractivo turístico que daría beneficios a todos, se le daría un uso frecuente al Auditorio Guelaguetza y se podría tener derrama económica significativa para los prestadores de servicios.
El maestro asegura: ¨Se debe tener espectáculos dignos, hechos con todo respeto al público, y con mucho amor¨
Al respecto de las escenificaciones de Donají…La leyenda que se presentan en el Valle de Oaxaca, copiando las coreografías y usando el mismo diseño sonoro señala: ¨El nuestro, no es espectáculo que se pueda imitar, tiene ya un sello, una historia, el Ballet Folklórico de Oaxaca tiene prestigio y está en la mente del público indisolublemente relacionado con Donají…La Leyenda.
Aunque existen iniciativas que lo han querido imitar yo les digo que en Oaxaca hay muchos temas, abres un libro de historia y puedes tener un gran espectáculo, te encuentras con las calles, con la gente, con los sabores, con la vida cotidiana. Lo más fácil es copiar lo que ya se ha hecho, lo cual yo no me atrevería nunca a hacer¨.
El creador escénico recomienda que los gestores culturales de diferentes comunidades no se deben dejar sorprender por la gente que ofrece espectáculos de los cuales no son autores y son plagiados sin tener fines artísticos ni sociales.
El maestro Fernando Rosales tiene mucha energía y ánimo por continuar en esta empresa que año con año, con el patrocinio del H. Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, recrea la historia heroica de la mujer cuya efigie se ostenta en el escudo del municipio, como símbolo de un supremo sacrificio.