El PRD acusó a Morena y Movimiento Ciudadano de intentar el exterminio del partido del sol azteca, pero aun así buscará alianzas con ellos en las elecciones de gobernadores de 2016 y 2017.Carlos Navarrete, presidente perredista señaló anoche, sin mencionarlo por su nombre, que desde la renuncia de Andrés Manuel López Obrador hace tres años iniciaron los acontecimientos que cimbraron al partido.
“El largo proceso de unidad fue roto de las fuerzas de izquierda y la creación de un nuevo partido tuvo como objetivo principal debilitar al PRD”, argumentó.
Tras los resultados electorales, resaltó ante el Consejo Político Nacional perredista, la división de los partidos de izquierda ha sido más evidente.
Los cuatro que existen, apuntó, suman el 29.5 por ciento de los votos, por lo que están en clara competencia con el PRI.
“La dispersión del voto progresista ha permitido que ese partido, con sus aliados, obtenga la mayoría en la Cámara de Diputados”, indicó
“La fractura de la izquierda no sólo se refleja en las cifras. Las relaciones políticas entre el PRD, Morena y MC se han ido deteriorando en los últimos tres años.
“Da la impresión de que el objetivo principal de estos dos partidos es el exterminio del PRD, pues no sólo han cerrado hasta ahora cualquier posibilidad de alianza, sino que escalan las diferencias y la confrontación hasta niveles que alcanzan la descalificación política. En varios lugares la división evitó la derrota del PRI y sus aliados”.
Pese a este diagnóstico, en el paquete de medidas para sacar al PRD de la crisis en que se encuentra tras el resultado electoral del 7 de junio se plantea buscar las alianzas con esos partidos con miras a los próximos comicios estatales.
De acuerdo con fuentes del partido, lo primero será restablecer la comunicación con López Obrador, presidente del consejo político de Morena, y Dante Delgado, coordinador nacional de MC.
Al poner los cargos de dirección del PRD a disposición del Consejo Nacional, a fin de impulsar la renovación del partido, Navarrete llamó a emprender un cambio real, porque de no hacerlo, alertó, se corre el riesgo de debilitar aun mas el proyecto político.
“Que nadie se equivoque, en este esfuerzo nadie pretende un cambio de gatopardo, para que todo quede igual”, dijo.
“Sustituir a la actual dirigencia y nombrar a otra para que todos sigamos haciendo lo mismo, no tiene sentido”.
Pidió transformar las prácticas políticas, reconstruir la relación con los electores, mejorar la propuesta programática y la actuación política, legislativa y de Gobierno.
La propuesta de adelantar el relevo en la dirigencia fue aceptada por los Gobernadores de Morelos, Tabasco y Oaxaca, el Jefe de Gobierno del Distrito Federal y el Gobernador electo de Michoacán.
Navarrete detalló las debilidades acumuladas en 26 años.
Señaló que se privilegiaron las candidaturas de carácter interno, al imponerse el criterio de cerrar espacios a candidaturas externas que pudieron haber sido, en varios casos, más competitivas.
“La visión de postular a los propios a como diera lugar contribuyó a debilitar nuestra competitividad”, reconoció.
También destacó que los órganos dirigentes mostraron serias limitaciones. Por ejemplo, las campañas distritales no fueron homogéneas y el despliegue territorial tuvo serios altibajos.
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