La buena alimentación y actividad física, así como evitar el sobrepeso e irritantes como la cafeína y el tabaquismo, son hábitos que pueden prevenir la disfunción del piso pélvico desde la adolescencia, informó el jefe del servicio de ginecología del hospital general “Doctor Aurelio Valdivieso”, Marco Antonio Góngora Carlín.
Explicó que el piso pélvico es un conjunto de musculatura, huesos, fascias y nervios que pueden ser afectados con el paso de los años, destacó que entre el 30 y 40 por ciento de las oaxaqueñas mayores de 50 años padece este problema, aunque se estima que el número real es mayor ya que se mantiene como un tema tabú.
Dijo que generalmente, previo a un evento obstétrico, por factores como la obesidad, hipertensión o diabetes mal controladas, aunada a una mala valoración en el tamaño del producto y la pelvis, puede ocasionarse una elongación (alargamiento o vencimiento), lo que conllevaría a una disfunción.
Entre ellas destacó la incontinencia urinaria, fecal y el colapso de órganos pélvicos, “cuando se presenta este último, implican correcciones quirúrgicas, medicamentosas, psicológicas y un contexto multidisciplinario (endocrinólogos, psicólogos, uroginecólogo, entre otros), que se pueden evitar con simples cambios en el estilo de vida para hacerlo más saludable.
Detalló que en el nosocomio se realiza por lo menos una cirugía por “prolapso” al día, y “existen estadísticas que arrojan que de un total de pacientes sometidas a cirugías a nivel mundial, casi la tercera parte reincide en el problema y regresa por lo mismo a su hospital” agregó.
Aseguró que la edad de embarazo también es un riego, ya que la pelvis por naturaleza con el paso de los años se va venciendo, por lo que a los 45 o 50 años ya es más probable que se presente un prolapso.
Ante este panorama, recomendó que desde la infancia se debe crear una cultura de actividad física, con preferencia en la movilización de las piernas y cadera para ayudar a la microcirculación de la musculatura (bicicleta y natación).
Explicó que con respecto al tabaquismo, por la tos que produce, el piso pélvico se esfuerza y produce la elongación, además de la afectación directa de la nicotina al nervio, asimismo influye, aunque en menor grado, aguantarse las ganas de ir al baño.
Finalmente dijo que las manifestaciones son muy características: dolores crónicos en la parte baja, fuga de orina o retención urinaria, asimismo fuga de heces fecales o gases, hasta llegar al colapso de órganos pélvicos (cuando ya no se sostienen los órganos internos y se salen por la vagina), lo que tiene que corregirse quirúrgicamente (histerectomía vaginal con colpoperineoplastía) las cuales deben de realizarse por ginecólogos certificados.