Diana Méndez
Durante la conferencia semanal del gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, se abordó la problemática de la corrupción dentro del Registro Civil del estado, un tema que ha generado numerosas quejas ciudadanas debido a las malas prácticas en el servicio. El gobernador reconoció la existencia de actos corruptos en la dependencia y afirmó que es necesario erradicarlos. Sin embargo, las declaraciones del director general del Registro Civil, Alfredo Santiago Chávez, dejaron mucho que desear.
Santiago Chávez evidenció un alarmante desconocimiento sobre el funcionamiento interno de la institución, tanto en su estructura como en sus procedimientos. Durante su intervención, no pudo responder a preguntas clave, como el número de usuarios registrados en el sistema o los procedimientos de verificación, lo que expuso su falta de preparación y control sobre la entidad que dirige.
Además, cuando fue cuestionado sobre los cobros excesivos de hasta 8 mil pesos y las denuncias de trámites urgentes gestionados a través de WhatsApp, Santiago Chávez optó por evadir las preguntas y delegar la responsabilidad a la ciudadanía, afirmando que las denuncias ya han sido presentadas y que las autoridades correspondientes determinarán las sanciones.
En un intento por justificar la inacción, mencionó que se están revisando las claves de acceso al sistema, ya que algunas personas que ya no laboran en la dependencia aún cuentan con acceso. Sin embargo, sus declaraciones dejaron sin respuesta las preocupaciones sobre el posible encubrimiento de casos de corrupción y la manipulación de cifras.
El desempeño del director del Registro Civil no solo dejó en entredicho su capacidad para enfrentar la problemática de corrupción, sino que también planteó serias dudas sobre la gestión interna y la transparencia de esta institución clave para los ciudadanos oaxaqueños.
