El pleno de la Cámara de Diputados aprobó en lo general la reforma laboral con 351 votos a favor, 130 en contra y 10 abstenciones.
Luego de un debate que duró más de tres horas, con una de receso por el desorden en el Pleno, los legisladores decidieron avalar el dictamen que esta mañana fue aprobado por la Comisión del Trabajo.
Como parte de la discusión en lo particular, el Pleno aprobó cambios en el apartado de la subcontratación o el “outsourcing”.
Se añadió al artículo 15A un par de palabras en los que se define al empresario como “contratante” y al empleado como “contratista”, lo que marca una diferencia entre el ente que utiliza los servicios de un agente terciario y la empresa que ofrece el servicio.
Estos términos habían sido eliminados de la iniciativa presidencial en la Comisión del Trabajo; sin embargo, una vez en el pleno, el PVEM presentó una reserva para regresarlos a las palabras originales.
Para la izquierda, estos cambios no son benéficos para los trabajadores y, más bien, los dejan en la indefensión.
A pesar de los intentos de la izquierda por modificar el dictamen, el pleno avaló mantener las nuevas formas de contratación, a prueba y por capacitación; el pago por horas; limitar el pago de salarios caídos a un año; y la no obligación de informar personalmente a un empleado que ha sido despedido.
Sin embargo, falta que los diputados discutan aún todos los temas relacionados con la transparencia y la democracia sindical, tópico que ha calentado los ánimos desde el inicio de las negociaciones.
Durante la aprobación de la reforma en lo general, las diferentes bancadas expresaron sus puntos de vista sobre los cambios a la Ley Federal del Trabajo.
Mientras Angelino Caamal, del partido Nueva Alianza, pedía diálogo político para resolver las diferencias sobre la reforma, Ricardo Monreal, de Movimiento Ciudadano, acusaba de un atraco.
“Sigan en la soberbia y en la tolerancia, sigan gritando como vulgares ladrones, como vulgares atracadores, porque eso es lo que son, vulgares atracadores de las conquistas laborales.
“¿No le están partiendo la madre al trabajador, y todavía gritan?”, acusó Monreal.
Y es que mientras hablaba, los diputados del PRI y PAN gritaban consignas y se reían a carcajadas de lo que el legislador decía.
Tocó el turno entonces a Tomás Torres, del PVEM, quien defendió el dictamen y señaló que es benéfico para los trabajadores; luego Silvano Aureoles, del PRD, reclamó desde su curul a los diputados que habían tomado la tribuna y les dijo que sus votantes se sentirían defraudados.
“Quienes votaron por nosotros se van a sentir defraudados (…) la fracción parlamentaria del PRD vamos a dar la batalla de las ideas, vamos a dar la batalla del debate”, señaló.
Juan Bueno Torio, del PAN, aseveró que la reforma laboral no lastima los derechos de los trabajadores ni toca la Constitución Política, en tanto el diputado Héctor Gutiérrez de la Garza, del PRI, llamó a las otras fuerzas al diálogo para construir acuerdos.
“Tengan la certeza que vamos a proteger los derechos de los trabajadores, somos amigos de los trabajadores, somos respetuosos de nuestros sindicatos, claro que vamos a trabajar en construir un mejor país.
“El país cuenta con el grupo parlamentario del PRI, el país cuenta con nosotros”, dijo, entre porras y gritos de “México, México” de sus compañeros de bancada.
Los legisladores discuten en este momento, y por bloques, los artículos reservados de la reforma laboral, debate que podría tomarles varias horas.
MURILLO KARAM DIRIGE LA SESIÓN… DESDE UN PALCO
Ante la imposibilidad de acceder a la tribuna del Salón de Plenos para continuar con el debate de la reforma laboral, la mesa directiva llevó la discusión desde un palco del recinto.
Una hora después de que fue declarado el receso por la toma de tribuna, seis miembros de la mesa directiva aparecieron desde este balcón.
Con campana en mano, Jesús Murillo Karam, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, declaró la reanudación de la sesión y comenzó a llamar a los legisladores para hacer los posicionamientos generales del dictamen de la reforma.
Murillo Karam era acompañado por los vicepresidentes José González Morfín, del PAN; y el priista Francisco Arroyo Vieyra; y los secretarios Tanya Rellstab Carreto, también del PRI; Xavier Azuara, del PAN; y Fernando Bribiesca, del Panal.
En tanto se desarrollaba la sesión, los diputados que mantienen tomada la tribuna cantaban el himno nacional y gritaban consignas en contra de la discusión.
Esta es la primera vez en que la mesa directiva utiliza un palco para dirigir la sesión.
ADN Político