Diana Méndez
En el marco del Día Mundial del Sida, la Red Oaxaqueña por el VIH (ROVIH+) emitió un pronunciamiento en el que critica la falta de condiciones para una conmemoración real, al denunciar lo que califican como una “cruda contradicción” en la política pública de salud en México.
La organización señaló que, mientras a nivel internacional la fecha invita a reflexionar sobre los avances, honrar a quienes han perdido la vida y renovar compromisos en la lucha contra el VIH, en el país persiste un deterioro en las garantías para la atención de personas con este padecimiento. ROVIH+ afirmó que la reciente eliminación de la garantía presupuestal del Fondo de Salud para el Bienestar (FONSABI) representa un retroceso grave y un acto de “violencia institucional”, pues deja en incertidumbre a miles de pacientes con enfermedades como cáncer, VIH y sida.
En el documento, la red expresó que la conmemoración resulta ofensiva mientras las personas que viven con VIH enfrentan desabasto crónico de medicamentos antirretrovirales, cuya continuidad es esencial para mantener la salud y evitar riesgos mayores. Además, denunciaron la falta de estudios de carga viral y conteo de CD4 en diversas regiones del país, lo que dificulta monitorear la eficacia de los tratamientos y garantizar que los pacientes se mantengan indetectables.
El pronunciamiento también advierte sobre el debilitamiento de las acciones de prevención, ya que, según la organización, no existe una política pública sostenida que asegure pruebas rápidas de detección ni disponibilidad de métodos de barrera como condones internos y externos en los centros de salud, especialmente en zonas rurales o marginadas.
La Red Oaxaqueña por el VIH alertó que la incertidumbre presupuestal coloca en riesgo la operación de centros especializados y de organizaciones civiles que realizan labores de atención, acompañamiento y prevención, lo que podría agravar aún más la situación para quienes dependen de estos servicios.
Finalmente, la organización exigió un cambio inmediato en la política de salud federal y el blindaje de recursos para la atención del VIH y otras enfermedades graves. “No queremos conmemoraciones vacías, queremos garantías”, concluye el documento.
