Devora incendio 45 años de historia del mercado de Cuernavaca

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Más de 45 años de historia del mercado “Adolfo López Mateos” culminaron la noche de este viernes con el voraz incendio que afectó la nave principal del más importante centro de abasto del estado de Morelos, que antes de la media noche, ya había sido arrasado por las llamas en medio de la impotencia de los propietarios negocios y comerciantes que presenciaron como su patrimonio desaparecía en cuestión de segundos.

 

Cerca de las once de la noche, las primeras llamas aparecieron en el área de semillas y chiles secos, y en cuestión de minutos el fuego creció hasta tocar el techo de la bóveda donde en los 90´s pretendió culminarse el mural más grande Latinoamérica. Las lenguas anaranjadas salían por las partes más altas del mercado que fue un orgullo arquitectónico cuando fue inaugurado por el presidente Adolfo López Mateos.

Elementos de bomberos de los municipios de Cuernavaca, Jiutepec y Temixco ingresaron al área de andenes del mercado, sin embargo no pudieron actuar de inmediato debido a la falta de agua en las pipas de la capital del estado, por lo que fue necesario esperar la llegada de otros camiones para que abastecieran a los que ya estaban presentes, reconoció el secretario de Seguridad y Auxilio Ciudad, Rogelio Sánchez Gatica, quien agregó que la delegación Tlalpan entregaría más agua en los siguientes minutos ya que en la ciudad no había suficiente y el zona militar tampoco tenía.

Adentro, las llamas consumían todo a su paso. El crujir de madera, muebles, refrigeradores y demás muebles del interior del mercado hacían más dramático los momentos, sobre todo porque elementos de policía municipal y estatal debieron contener en diversos momentos a los comerciantes que al ver que se destruía su patrimonio, intentaban entrar desesperadamente para rescatar lo que fuera. Incluso, entre ellos mismos se registraron pleitos. En los sectores más graves, el Ejército comenzó a tomar bajo su poder la situación cerca de las dos treinta de la mañana.

Todos corrían, los policías observaban; algunos comerciantes comenzaron a resignarse, sin embargo otros más lograron ingresar al área crítica y comenzaron a organizar una cadena de cubetas con el fin de sofocar lo que ya había terminado con su patrimonio.

Cerca de las tres de la mañana, los trabajos continuaban y aunque tenía poco el fuego de haber sido controlado, el calor mantiene bajo tensión a las autoridades debido a la cercanía de decenas de tanques estacionarios que son utilizados por las fondas y restaurantes del ala orientes, a unos 500 metros del área donde inició el siniestro.