Deuda externa. EUA/MÉXICO: Emiliano Golay

Print Friendly, PDF & Email

El mundo económico y político se estremeció frente a la agudización de la crisis de la deuda y el déficit público de los EUA. De cara a los ajustes de la economía más poderosa del mundo –por demás inevitables-, en el debate se impone la posición Republicana frente a Demócratas y el Presidente Obama. Al aproximarse la deuda pública al 100% del PIB estadounidense sobrevino el aprieto. En el 2011 ese  Producto llegará a los 15 billones de dólares, mientras la deuda alcanzó en agosto los 14.6 billones, superando el PIB del 2010, que ascendió a 14.5 billones de dólares. Para tener una noción de la magnitud de los problemas y las cifras del coloso del Norte, conviene saber que la  deuda externa bruta total de América Latina y el Caribe (ALyC) apenas llegaba (según la CEPAL) a 950 mil millones de dólares en 2010, es decir, 14 veces menos que los compromisos de EUA. Asimismo, el PIB de ALyC llegó a los cinco billones de dólares al final del año pasado y su endeudamiento al 20 % de ese monto. 

 

No es nuestra idea atosigar con números al lector de los sucesos que han puesto en jaque al imperio y, por consecuencia, a las economías dependientes como la mexicana. Pero es preciso conocer cifras, como el hecho de que el déficit fiscal de EUA es actualmente de 2.5 billones de dólares y superior al 10 % de su PIB. Más de ocho veces el Presupuesto de Egresos de la Federación (mexicana), cuyo monto en dólares es de 287 mil millones de dólares. De ahí que deben preocuparnos –pero sobre todo ocuparnos-, la soluciones que el Gobierno y el Congreso Norteamericanos asumirán para corregir su explosiva inestabilidad económica.

Por lo pronto, el Congreso de EUA ha impuesto históricamente límites cuantitativos específicos al monto de la deuda pública del Gobierno con el propósito de limitar el gasto y evitar el crecimiento del déficit fiscal. El limite para este año venció en abril de este año pero se extendió hasta el 2 de agosto en tanto se resuelve el problema mayor, el déficit fiscal proyectado para 2011. El propósito de extender el límite cuantitativo al endeudamiento público es evitar la moratoria de pagos, lo cual es impensable para la economía más poderosa de la tierra.

La discusión actual entre Republicanos y Demócratas está en los limites del endeudamiento y su extensión. Los primeros  tienen razón en que el déficit fiscal es muy elevado y arriesga la economía, de tal forma que condicionan dicha extensión a la reducción sustancial del déficit, para lo cual proponen una abrupta reducción de las erogaciones sin aumentar impuestos, o más bien reducirlos. Por su parte los demócratas plantean que el déficit no se podría solucionar sin aumentar ciertos impuestos y se disponen a reducir el gasto, con diferencias de fondo en los rubros que habrán de ajustarse a la baja, respecto a los Republicanos. Éstos piden no bajar las enormes asignaciones al Ejército (su cliente electoral) ni las cuantiosas erogaciones en armamentos y menos aún los fondos destinados a la participación en guerras. Tampoco están de acuerdo en que disminuyan las exenciones, exoneraciones o los subsidios fiscales a las grandes empresas, como a las petroleras, que han acumulado una descomunal riqueza gracias a los altos precios. Los demócratas no permiten que se toquen los onerosos programas de salud ni los gastos de transferencias médicas, cuya efectividad ha sido puesta en duda, pero están convencidos de la imperiosa necesidad de ajustar el gasto, reducir exenciones (cuidando a sus clientes), además de bajar los subsidios sin afectar a los agricultores.

Es increíble el forcejeo, pero creemos que se encontrará el equilibrio entre las fuerzas políticas y propietarias dominantes en los Estados Unidos de Norteamérica para que la recesión no se agrave o se expanda más perniciosamente al ámbito global. Evidentemente que el tamaño y los efectos de la problemática económica de EUA son distintos a la situación que México vive. Pero los nuestros no son menores y, peor aún, pueden agotar la paciencia de los sectores pauperizados y despertar al “México bronco”. Trataremos de ilustrarlo. La pobreza extrema y la marginación esta creciendo en el Sur, en el Centro y en el Norte de la República. El desempleo es cada vez mayor y los niveles de ingreso o la ausencia de éste no sólo afectan a los hombres y mujeres del campo sino a las clases medias, según estudios recientes del CONEVAL. Por el contrario, tenemos un sector empresarial boyante en el que destacan algunos opulentos hombres cuya riqueza ofende a las decenas de millones de mexicanos sin trabajo, que padecen hambre, que carecen de vivienda y servicios dignos o suficientes. Tenemos diez años de escuchar a la tecnocracia panista culpando a los gobiernos del pasado pero no ha sido capaz de ofrecer una alternativa distinta, actualizada a las circunstancias globales, nacionalista e independiente, sin que demerite lo avanzado en los años, lustros, décadas o siglos previos.

Entretanto, según la CEPAL (ONU) en 2010 teníamos la segunda deuda externa total más grande de America Latina y el Caribe, que ascendía a más de 189 mil millones de dólares, distinta a la reportada por The Economist, que reporta una deuda pública externa de 384 mil millones de dólares. Así, cada uno de los más de 112 millones de mexicanos debemos 3,500 dólares, sin contar las gigantescas e interminables transferencias al exterior por concepto de intereses. Un dato final, en diez años de gobiernos procedentes del PAN, la deuda externa del sector publico se ha duplicado. Seguiremos…

Blog: http://golayemiliano.wordpress.com

Email. golayemiliano@gmail.com

Twitter: @golayemiliano