En 35 minutos, sin novedad, en completa calma, con escasos funcionarios estatales, pero eso sí, con un total desprecio a los integrantes de los medios de comunicación que lograron entrar al Palacio de Gobierno, se desarrolló el tradicional desfile del 16 de septiembre, al final mucha gente consideró que fue deslucido.
A comparación de otros años, donde la algarabía de los oaxaqueños se equiparaba a lo vistoso de los contingentes, el primer desfile de la administración de Gabino Cué Monteagudo, apenas cubrió las expectativas.
De acuerdo con el parte de novedades, desfilaron 3 banderas de guerra, 38 banderas nacionales, 561 elementos de tropa, 505 soldados, 12 planteles educativos, 72 docentes, 740 alumnos, 1035 elementos de seguridad pública, personal de auxilio y emergencia, así como 30 charros.
El entorno festivo del exterior contrastó con el del interior del palacio de gobierno donde los guardias de seguridad, impidieron a los reporteros realizar sus actividades, incluso el área de comunicación social lució desorganizada, de nada valieron los pases “especiales que dieron”, la prensa tuvo que entrar a punta de empujones para cumplir con su misión.