* ¿Qué pasaría si ante la inconsciencia de la gente y de las autoridades todo el personal de salud decidiera abandonar los hospitales, quién atenderá al creciente número de pacientes?, pregunta el Dr. Fortunato Flores Corzo, Presidente del Colegio Médico de Oaxaca.
A la luz de las dualidades y principios binarios que rigen el Universo todo en el mundo y en los seres humanos que lo pueblan tiene pros y contras, positivos y negativos, perjuicios y beneficios.
Aun de las peores tragedias es posible obtener grandes lecciones de vida como ocurre con la crisis humanitaria de dimensión planetaria que estamos viviendo por la pandemia del COVID-19.
Desde el pasado mes de febrero, hace cinco meses, con sus largas noches y días, el COVID-19 nos ha enseñado la amarga lección que el coronavirus verdaderamente existe y es una amenaza real.
El coronavirus nos ha dejado la enseñanza que, de manera permanente, hay que mejorar los hábitos de higiene y de cuidado personal, para no tener comorbilidades con otras enfermedades.
El nuevo coronavirus SARS-CoV2-COVID-19 es mucho más contagioso que otros virus. Es, por tanto, un riesgo permanente, totalmente letal, porque sí mata y extermina a la humanidad.
Pese esta cruel realidad, la recesión económica que propiciaron los creadores del coronavirus, es muchísimo más grave que el alarmante, pero todavía reducido, índice de mortalidad del COVID-19.
Un breve análisis del índice de mortalidad del coronavirus pone de manifiesto que es menor que el de los feminicidios y el de los homicidios violentos consumados por la delincuencia organizada.
El análisis revela que su mortalidad es menor que el de los accidentes provocados por conductores ebrios, amén que estamos acostumbrados a convivir con cosas cuantitativamente más peligrosas.
Más de 20 estados de la Unión Americana y varios países del primer mundo abandonaron la cuarentena y eligieron libremente correr el riesgo de ser parte de esa baja estadística de muertos.
Ante la falta de apoyos reales de los tres niveles de gobierno, los micro y pequeños empresarios y el comercio informal, han decidido continuar realizando actividades no esenciales en el país.
Los trabajadores de los grandes comercios de actividades no esenciales y los que dependen que los gobiernos normalicen sus actividades, siguen a la espera, anhelando regresar a la normalidad.
El nuevo coronavirus SARS-CoV2-COVID-19 nos ha vuelto a enseñar que, como en los viejos tiempos, con el gobierno, lleno de gente que sólo ve por sus intereses, poco o nada se cuenta.
Como siempre ha sido para el pueblo, una vez más, dependemos única y exclusivamente de nuestra inteligencia, preparación, capacidad de trabajo y esfuerzo personal para salir adelante.
El COVID-19 nos deja de manifiesto que como “el anillo al dedo” se traduce en la posibilidad de incrementar el clientelismo electoral, vía regalar a un sector de la población el dinero de todos.
El objetivo, de sobra conocido por todos, no es otro que tratar de perpetuarse en el poder, mucho más importante para el presidente Andrés Manuel López Obrador, que el bienestar de la gente.
El coronavirus vino a reiterar lo que ya sabíamos desde siempre: Cualquier político actúa de manera maquiavélica, en beneficio única y exclusivamente de sus intereses personales y facciosos.
En conclusión: Nada pasa en vano; todo tiene una razón de ser en la vida de los seres humanos. En consecuencia, es necesario ponernos las pilas y echarle ganas, porque si no, no comemos.
En medio de esta tribulación, el Dr. Fortunato Flores Corzo, Presidente del Colegio Médico de Oaxaca lanzó un desesperado grito de auxilio de los médicos oaxaqueños ante el COVID-19.
Revela que no hay espacios ni insumos en las áreas designadas para atenderá los pacientes por la saturación, falta de infraestructura y recursos en hospitales por el aumento de casos de COVID-19.
En su mensaje expresa su preocupación y anuncia que harán una campaña de concientización y valorarán tomar medidas más extremas, si la sociedad continúa sin acatar las medidas preventivas.
¿Qué pasaría si ante la inconsciencia de la gente y de las autoridades todo el personal de salud decidiera abandonar los hospitales, quién atenderá al creciente número de pacientes?, pregunta.
“Bastaría un solo día de ausentismo de todo el personal para que de verdad valoraran lo importante que es tenerlos. ¡Qué tristeza! ¡Por ellos y por sus familias ya basta!”, reclama.
En su grito de auxilio desesperado por sus colegas que están en la primera línea del campo de batalla, siente una burla para el personal de salud el proceder de la sociedad y de las autoridades.
“Estás muy equivocado ciudadano inconsciente. Han muerto cientos de médicos en todo Oaxaca, grandes médicos, personas honorables y de bien, que dieron todo por mantener tu salud”.
“Todos gente valiosa para la sociedad, hermanos de profesión, personas que no debían morir, profesionales que murieron por atenderte a ti que te valió y te sigue valiendo la contingencia”.
“Murieron también enfermeros que se partieron el lomo y dieron mente y corazón para sacarte adelante. ¿Crees esto justo? ¡Y tú te vas al Oxxo, haces fila para comprar cerveza y haces fiestas!”.
Denuncia que el personal de salud está agotado física y mentalmente y, sobre todo, decepcionado por falta de empatía de la gente. ¿Crees que la única vida que importa es la tuya y la de tu familia?
“¿Si no te importa la vida de los médicos y sus familias, por qué tienen que sacrificarse por la tuya y poner en riesgo su vida y la de su familia por la tuya y la de los tuyos, por tu irresponsabilidad?”.
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