Alrededor de 305,000 egresados de universidades en el país enfrentarán un escenario de desempleo durante esta década si la economía no aumenta su nivel de crecimiento, alerta un estudio de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).
Actualmente 40% de los universitarios está desempleado o le cuesta mucho encontrar un trabajo, de acuerdo con Rafael López Castañares, Secretario General de la ANUIES.
En la década pasada se incrementó en 2.8 millones el número de profesionistas en México, pero al menos el 16% se mantuvo inactivo. La tasa de desempleo en este sector creció de 2.3 a 5.1%, con una media de 260,000 nuevos graduados en busca de trabajo, según cifras de la Asociación. Debido a que existen más egresados que puestos formales, en el 2020 la cifra de profesionistas desempleados podría rebasar los 3 millones.
El mercado presenta un desequilibrio. “Las empresas aprovechan la situación para contratar al personal más calificado, ofreciéndoles un menor salario”. Es un fenómeno de sobreeducación, y la imposibilidad del sistema económico de proveer puestos de trabajo acordes a las condiciones del capital humano, cita el estudio “Educación, Mercado de Trabajo, Satisfacción Laboral”, publicado por un órgano de difusión de la ANUIES.
Carlos Muñoz Izquierdo, investigador de la Universidad Iberoamericana, comenta que en la década de 1960 por cada egresado universitario había tres ofertas de empleo. Pero, a partir de 1990, sólo existe un trabajo de nivel profesional disponible (incluyendo reemplazos por defunciones y retiros) por cada cuatro egresados.
Cinco de cada 10 personas con estudios carecen de empleo, según una encuesta que realizó el portal Trabajando.com a 1,394 personas. En la región sur de la República Mexicana la situación es más drástica, Campeche tiene el mayor porcentaje de desocupados con educación superior, seguido por Chiapas y Guerrero, según datos del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey (CIEN).
Al comienzo del sexenio de Felipe Calderón, los jóvenes desempleados y con educación media superior y universitaria sumaban 350,000, según un análisis sobre juventud y democracia elaborado por académicos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Para 2008 alcanzaron los 441,000 y en 2009 los números rebasaban los 520,000.
El informe de la ANUIES “Mercado laboral de profesionistas en México: diagnóstico 2000-2009 y prospectiva (2012-2015)” refiere que los trabajos con actividades altamente profesionalizadas bajaron de 69 a 61 puntos porcentuales, mientras que los empleos de mediana y nula calidad subieron de 19 a 24 puntos, y de 12 a 16, respectivamente.
Si los profesionistas crecen, pero no sucede lo mismo con el incremento económico, el desempleo aumenta y la calidad de los trabajos se deteriora. Incluso, un porcentaje importante de profesionistas con carrera universitaria está en actividades para las cuales no es necesario contar con educación superior. Si se analiza esta situación respecto a lo que sucedía hace una década, se observa un deterioro en el perfil de las ocupaciones desempeñadas, indica la ANUIES.
Aproximadamente un 80% de quienes terminan la licenciatura y consiguen trabajo proceden de cinco áreas de estudio: ciencias económico-administrativas (25%); ingenierías (17.7%); educación y pedagogía (14%); ciencias sociales y políticas (13%); ciencias de la salud, nutrición y biomédicas (8.2%), según estimaciones de la Asociación, que agrupa a 152 universidades en el país.
En la primera década del siglo XXI las universidades públicas registraron alrededor de 200,000 nuevos profesionistas por año. En el caso de las universidades privadas subieron de 75,000 a 143,000, cita el informe de ANUIES.
Un problema, desde la perspectiva educativa, es que los egresados, en muchos casos, ganan conocimientos generales sin estar preparados para las tareas reales que enfrentarán los trabajos. La formación educativa que no considera necesidades y expectativas del empleador es parte del problema, refiere el documento “Se buscan jóvenes con Energía y Enfoque Profesional” de Manpower.
El investigador de la Universidad Iberoamericana advierte que para frenar la sobrecalificación en México es fundamental acelerar el crecimiento económico del país, escenario complejo si se considera que aun con la ‘promesa’ de un 5% de aumento anual, en 2012 esta cifra fue de 3.9%.
El informe “Educación, Mercado de Trabajo, Satisfacción Laboral” dice que las universidades deben basar la expansión de su oferta educativa en un estudio ‘concienzudo’ del mercado, definiendo la pertinencia de ciertas carreras, para ofrecer a los egresados mayores probabilidades de obtener ocupaciones en puestos profesionales. Hacer coincidencia entre empleo y grados educativos.
Agencias