“Hoy tenemos la Patria más viva que nunca, ardiendo en llama sagrada, en fuego sagrado. Sólo me resta decirles, con las buenas noches a las 10:10 pm de esta noche del sábado ¡Hasta la victoria siempre!”, estas fueron las últimas palabras que los venezolanos oyeron del presidente Hugo Chávez, la noche del 8 de diciembre de 2012, cuando en cadena nacional de radio y televisión, informó que en “una revisión exhaustiva”, realizada en Cuba, surgió “la presencia en la misma área afectada, de células malignas (cancerosas), nuevamente”, por lo que requería una cuarta intervención quirúrgica.
Así se despidió Chávez, pero a diferencia de las otras tres recaídas del cáncer, el mandatario temió no poder continuar en el poder y soltó su testamento político. “Si como dice la Constitución (…) si se presentara alguna circunstancia sobrevenida (…) que a mí me inhabilite, óigaseme bien, para continuar al frente de la Presidencia (…) bien sea para terminar, en los pocos días que quedan (…) y sobre todo para asumir el nuevo período para el cual fui electo (…) Nicolás Maduro no sólo en esa situación debe concluir, como manda la Constitución, el período; sino que mi opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta, total, es que -en ese escenario que obligaría a convocar como manda la Constitución de nuevo a elecciones presidenciales- ustedes elijan a Nicolás Maduro como Presidente”.
“Yo se los pido desde mi corazón”, subrayó Chávez, flanqueado por Maduro y el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, quienes desde entonces han copado la escena pública para llenar el vacío del líder bolivariano. Las campaña mediática “todos somos Chávez” y “estoy con Chávez más que nunca” han sido bandera del chavismo para pedir la unidad de sus seguidores, a quienes simbólicamente juramentaron el pasado 10 de enero, cuando el Presidente debía tomar posesión para su tercer sexenio.
A lo largo de estos dos meses, Chávez ha firmado decretos, nombró a Elías Jaua en la Cancillería, aprobó el mecanismo para escoger los candidatos del PSUV a las elecciones locales del próximo 14 de julio, envió sendas cartas a los presidentes miembros de la Celac y una por los 21 años de la intentona golpistas del 4 de febrero. Las actividades presidenciales han sido informadas por el Vicepresidente, quien muestra la firma del mandatario para respaldar sus palabras.
Cabello, Maduro, Jaua y el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, han ido y venido de Cuba en innumerables oportunidades e informan de sus encuentro con el presidente Chávez, pero sin registros audiovisuales.
Bendiciones y abrazos
Luego de su operación y recuperación en La Habana, sus funcionarios han hecho breves comentarios de cómo lo han visto. Justo anoche Jaua, escribió en Twitter: “Nicolás, Cilia y yo acabamos de terminar un encuentro profundamente humano, hermoso con nuestro Comandante Chávez. Está en batalla”.
El alto funcionario agregó que “bendiciones, abrazos, oraciones y estampitas” han sido llevadas por Nicolás Maduro, Cilia Flores y él.
Agencias
