Al pronunciarse con motivo del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas celebrado el viernes 30 de agosto, el defensor de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca Arturo Peimbert Calvo afirmó que las desapariciones forzadas son una grave violación a los derechos humanos, pues las víctimas se encuentran en un estado de indefensión y privadas de todos sus derechos.
Comentó que la desaparición forzada de una persona no afecta únicamente a la víctima, sino que tiene graves efectos en los familiares cercanos, pero también repercute en el resto de la comunidad de la cual es miembro la víctima, pues genera una sensación de inseguridad e impunidad por lo que es de vital importancia la investigación y sanción de las desapariciones forzadas para garantizar el respeto a de los derechos humanos de todas y todos.
Peimbert Calvo señaló que en México, el pasado 18 de abril de 2012, entró en vigor la Ley del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas, la cual señala entre otras cosas, la creación del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas que se vigile su cumplimiento con el objeto de conocer e investigar quejas relativas a personas de las que se desconoce su paradero y cuya desaparición presuntamente involucra la participación de alguna autoridad o servidor público, con la finalidad de lograr la localización o ubicación del presunto desaparecido.
Aunque comentó que es motivo de especial preocupación el acoso a las y los defensores de los derechos humanos, los parientes de las víctimas, los testigos y los abogados que se ocupan de los casos de desaparición forzada y la impunidad que rodea a la práctica de la desaparición forzada.
El 30 de agosto es el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada establecido por la Organización de las Naciones Unidas para luchar contra esta práctica que es una forma de tortura y una grave violación a los derechos humanos, por lo que debe prestarse también especial atención a los grupos de personas especialmente vulnerables, como defensoras y defensores de derechos humanos.