Desaparición de jóvenes abre puertas del infierno del reclutamiento forzado del crimen organizado en Oaxaca || Alfredo Martínez de Aguilar

Print Friendly, PDF & Email

* Por más cruelmente irónico y contradictorio que parezca, el narco enfrenta una severa crisis de soldados en sus ejércitos, por lo que se ven obligados al reclutamiento forzado de sicarios.

* A partir de ahora, cada día será más frecuente enterarnos del aumento en la desaparición de hombres y mujeres, especialmente jóvenes, en las diversas regiones del estado de Oaxaca.

 

 

Hoy, más que nunca, las diversas bandas del crimen organizado y de los cárteles del narcotráfico ganan en México cantidades estratosféricas de miles de millones de dólares diariamente.

 

Encontraron la anhelada piedra filosofal para convertir el plomo en oro con la complicidad de los tres órdenes de gobierno, funcionarios, políticos en general de todos los partidos y empresarios.

 

Con el gran poder corruptor que les da la obtención ilegal de carretadas de dinero a manos llenas, se dan el lujo de comprar conciencias y cuerpos, para garantizarse algún tiempo total impunidad.

 

Sin embargo, por más cruelmente irónico y contradictorio que parezca, enfrentan una severa crisis de soldados en sus ejércitos, por lo que se ven obligados al reclutamiento forzado de sicarios.

 

Con la genial perversidad de los jefes de las bandas del crimen organizado y de los capos de los cárteles del narcotráfico y de sus asesores extranjeros, echan mano de la estrategia de la “leva”.

 

Aunque aún no es reconocido por el Gobierno de Oaxaca la desaparición de 14 jóvenes en la Costa, 7 con denuncia formal, forma parte del reclutamiento forzado del crimen organizado.

 

La titular de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas, Michel Julián López, se vio obligada a no descartar ninguna línea de investigación, incluyendo la del crimen organizado.

 

En rueda de prensa tras su comparecencia en el Congreso, el secretario de Seguridad Pública, Iván García, reveló que en la desaparición de 7 jóvenes “hay una situación de narcomenudeo”.

 

La desaparición de 14 jóvenes muestra una faceta más del siniestro mundo de sombras del crimen organizado y del narco, al abrir las puertas del infierno del reclutamiento forzado en Oaxaca.

 

A partir de ahora, cada día será más frecuente enterarnos del aumento en la desaparición de hombres y mujeres, especialmente jóvenes, en las diversas regiones del estado de Oaxaca.

 

La grave crisis que enfrentan el crimen organizado y el narcotráfico tiene varios componentes entre los que destaca la soberbia de sus jefes y capos, y la traición de los gobernantes cómplices.

 

Salvo excepciones, como la de Ismael “El Mayo” Zambada García, el tiempo de vida productiva de los jefes de las bandas del crimen organizado y de los cárteles del narcotráfico es corta y reducida.

 

Cada día cavan su tumba enloquecidos por la soberbia y todo tipo de excesos en adicciones al alcohol, a las drogas, a las perversiones sexuales y, sobre todo, al exagerado despilfarro de dinero.

 

La historia del narcotráfico en América Latina, México y Oaxaca, confirma que finalmente son traicionados por los gobernantes, políticos, funcionarios y empresarios a los que enriquecieron.

 

Manuel Bartlett y el General Juan Arévalo traicionaron a Rafael Caro Quintero con presencia en Oaxaca, como lo prueba la detención de su sobrino Martín Caro Monge, en Pinotepa Nacional.

 

Con el Cártel de Caborca, “El M” y/o “El Uno”, y su padre José Gil “El Pelo Chino” Caro Quintero figura en Quintana Roo, Campeche, Tabasco, Chiapas, Veracruz, Guerrero, Oaxaca y Sonora.

 

A Caro Monge se le ubica como uno de los líderes que dominan el trasiego de cocaína y fentanilo hacia los Estados Unidos, junto con Los Arreola, el Cártel de los Rusos, Los Marín y Los Martínez.

 

A “El M” se le vincula con la desaparición de mujeres en la región de la Costa de Oaxaca, a quienes secuestraba, violaba y ejecutaba, y quien podría estar detrás de la desaparición de los 14 jóvenes.

 

alfredo_daguilar@hotmail.com

director@revista-mujeres.com

@efektoaguila