–Un enfermo que no tiene remedio y en etapa terminal está desahuciado, es decir, se va a morir a menos que ocurra un milagro.
-El enfermo de cáncer terminal, el infectado de SIDA y con una enfermedad, el accidentado cuyas vísceras quedaron inservibles, una afección grave e incurable del corazón son motivos de desahucio de un enfermo.
-la condición del Partido Acción Nacional, después del diagnóstico que ayer dio el Presidente Felipe Calderón a los sesudos de tercer grado, fue un desahucio.
-Parece que el destino de ese partido y de su candidata, es la muerte política. Pero no la mató FECAL, sino las propias circunstancias que se presentaron.
-Cuando Felipe Calderón le dijo a Leopoldo Gómez que “el PRI no es un peligro para México”, lapidó, desahució al PAN y a Josefina Vásquez Mota.
-Y luego le soltó dos bofetadas como para que entendiera que ya no tiene nada qué hacer en la contienda presidencial.
-Dijo que era una mentirosa porque “quienes aseguran que el número de pobres subió durante su sexenio, mentían”. Josefina dijo eso.
-También aseguró que su gobierno “no graba conversaciones telefónicas ni hace espionaje”, pero la que aseguró que quien la había grabado Genaro García Luna, fue justamente la candidata panista.
-Hay una tremenda diferencia entre el presidente de la República que es también el mandamás del PAN y la candidata oficial de su partido y eso ha desahuciado al panismo mexicano.
-No hay manera de que Josefina Vásquez Mota se levante y suba puntos para tratar de meterse a la contienda electoral que comienza mañana y que ya no se espera ni tantito competida.
-Enrique Peña Nieto será presidente de México y el PAN morirá.
-Es posible incluso que sea rebasado por la izquierda mexicana que ha llegado a consensos con los empresarios mexicanos por ejemplo, cosa que la candidata panista no ha podido.
-Así que habrá una lucha encarnizada por el segundo lugar entre el PAB y la Coalición amorosa de Andrés Manuel López Obrador y qué bueno que así sea.
-Que la contundencia en el triunfo y un Congreso de la Unión mayoritariamente priísta, le de la legitimidad que requiere el Ejecutivo para poder enderezar este barco que hace agua.
