Alemania dejó claro que los migrantes que violen las leyes del país europeo serán deportados de inmediato, luego de la ola de asaltos sexuales en Colonia durante los festejos de Año Nuevo.
La Canciller de Alemania, Angela Merkel, señaló que está dispuesta a reducir las trabas para deportar a los delincuentes extranjeros ya que bajo la actual situación legal solo pueden ser deportados, si es un ciudadano extranjero condenado a una pena de tres o más años.
Pero para que alguien en Alemania sea condenado a tres años de prisión tiene que haber cometido un delito grave, por lo que ahora quieren que quien cometa delitos similares a los sucedidos en Colonia sea deportado de inmediato. Y el que reincida en violar las leyes del país tampoco debe de gozar del permiso de residencia, destacó la Deutsche Welle.
“Lo que ocurrió en la noche de Año Nuevo son actos criminales terribles que requieren una dura respuesta”, dijo la Canciller federal alemana, al cierre del Congreso de su partido, la Unión Democristiana (CDU) en Maguncia, al defender los cambios que su agrupación propone en la ley que regula el derecho de asilo en el país.
La propuesta del endurecimiento del derecho de asilo, que quedó plasmada en la Declaración de Maguncia, contempla la opción de retirar el derecho a asilo de una persona que haya cometido delitos, incluso aunque su castigo sea sólo la libertad condicional.
Además, se prevé una actuación más dura contra los criminales extranjeros e introducir controles a personas incluso aunque no exista una sospecha concreta en su contra.
En vista de la preocupación en la opinión pública, la cúpula del partido busca también una limitación del número de refugiados que llegan a Alemania.
Muchas víctimas y testigos señalaron que los agresores tenían aspecto norafricano o hablaban árabe y según el Ministerio del Interior entre los sospechosos había solicitantes de asilo, de ahí el debate desatado en torno a los refugiados.
Las tensiones quedaron este sábado en evidencia en dos manifestaciones paralelas en Colonia: una de unos mil 700 personas de extrema derecha y seguidores del partido xenófobo Pegida, y fue disuelta por la Policía tras el lanzamiento de botellas y objetos contra funcionarios.
Muy cerca protestaban más de mil 300 personas de forma pacífica contra el racismo y el sexismo.
Otra de las consecuencias de los asaltos de Colonia será el endurecimiento de la ley que castiga los delitos sexuales, refirió el ministro de Justicia, el socialdemócrata Heiko Maas.
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