Veinticuatro horas después de que las irregularidades, dudas y mentiras comenzarán a salir sobre las declaraciones hechas por la mujer que acusó de ataque sexual al ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss Khan, que el viernes quedó en libertad condicional, ayer la prensa neoyorquina reveló que la guineana de 32 años y presunta víctima, es una prostituta a la que le gusta chantajear a sus clientes.
El periódico The New York Post —que cita como fuente a “una persona allegada a la investigación por la defensa”, aseguró que “la mujer hacía labores dobles como prostituta, cobrando en efectivo por sus servicios a los huéspedes masculinos”.
El supuesto informante no identificado dijo que “hay informaciones de que ella recibía ‘propinas’ extraordinarias, si sabe lo que quiero decirle. Y no era por traer las malditas toallas”.
Esto, siempre según el diario, explicaría porque Strauss Kahn insiste en que su encuentro sexual fue consentido.
GRABACIÓN. Por su parte, otro rotativo, The New York Times, aseguró que “veintiocho horas después de que la recamarera del hotel Sofitel dijera que había sido atacada sexualmente por Strauss Kahn, ella habló por teléfono con un amigo en una cárcel de inmigración en Arizona”.
“Los investigadores de la Fiscalía en Manhattan se enteraron de que la llamada se grabó y obtuvieron una traducción del dialecto fulani, que se habla en Guinea de donde la mujer es oriunda”, agregó el Times, atribuyendo su versión a “un funcionario policial bien ubicado”.
Con estas nuevos aportes de la investigación, la denuncia contra el ex dirigente del FMI podría caerse y podría pasar de acusado a acusador, según señalan ambos diarios.
Agencias