Rebeldes y organización sanitarias independientes en Siria afirmaron que un nuevo ataque con armas químicas se produjo en el norte del país, en la ciudad de Marea, donde hubo decenas de afectados.
Una de las fuentes acusó al grupo yihadista Estado Islámico (EI) de ser el autor del ataque.
Médicos sin Fronteras explicó en un comunicado que tuvo que atender a cuatro civiles, miembros de una misma familia, afectados por agentes químicos, el pasado 21 de agosto en Marea, principal feudo de los rebeldes en la provincia de Alepo (norte).
Las presuntas víctimas presentaron síntomas como ojos enrojecidos, eritema cutáneo, conjuntivitis y dificultades respiratorias, que luego se agravaron con la aparición de ampollas en la piel.
Según los pacientes, que recibieron tratamiento médico en un hospital de Alepo, un obus de mortero impactó el viernes en su casa y “un gas amarillo invadió su salón”.
Otra organización sanitaria, la Sociedad Médica Sirio Estadounidense, cifró en 50 las víctimas civiles de ese ataque, que se realizó con gas mostaza.
Según Mamun Al Jatib, un periodista militante en Marea, más de 50 obuses lanzados por el EI se abatieron sobre el centro de la ciudad el viernes.
El EI intenta desde hace meses apoderarse de la localidad.
El pasado 14 de agosto, el Gobierno estadounidense consideró “plausible” que el EI haya utilizado gas mostaza en un ataque contra tropas kurdas en Irak.
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