-El latín de (alejando) y mentis (mente), dan cuenta de la definición de esta enferrmedad. Es un padecimiento que aleja a la mente de la realidad.
-Es la pérdida progresiva de las funciones cognitivas, debido a daños o desórdenes cerebrales. Característicamente, esta alteración cognitiva provoca incapacidad para la realización de las actividades de la vida diaria.
-Los déficits cognitivos pueden afectar a cualquiera de las funciones cerebrales particularmente las áreas de la memoria, el lenguaje), la atención, las habilidades visuoconstructivas, las praxias y las funciones ejecutivas como la resolución de problemas o la inhibición de respuestas.
-Durante la evolución de la enfermedad se puede observar pérdida de orientación tanto espacio-temporal como de identidad.
-Eso es exactamente lo que padece Andrés Manuel López Obrador, es un demente necio que está alejado de la realidad mexicana, que antes vivió en su esfera de odio y rencor y hoy en su república amorosa.
-Ayer estuvo en Oaxaca balbuceando, tratando de hilar una palabra tras otra en una perorata que duró casi una hora.
-Una hora que tuvo bajo el sol a unos tres mil acarreados que esperaron en vano, los 500 pesos y el lunch prometido por el candidato a senador Benjamín Robles Montoya y que nunca llegó.
-Voy a “pensionar” a las comunidades indígenas, dice el Loco demente de Macuspana como si México fuera lo suficientemente productivo y rico como para mantener a los millones de pobres que creó el PAN en 12 años.
-AMLO quiere ganar las elecciones presidenciales en una suerte casi necia y para eso sueña alejado de la realidad; piensa que haber recorrido todo el país y sus más de 2 mil municipios, es empresa suficiente para que los mexicanos votemos por él.
-Le apuesta a sus 130 mil comités de base y a la membresía –según él- de 2 millones de afiliados que tiene el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).
-Supone que cada uno de esos 2 millones de personas, “convencerán” a 10 familiares o amigos para que la suma llegue a 20 millones con los que cree, puede ganar la elección presidencial.
-Lo que no mide su única neurona que la usa para pararse el gallo todas las mañanas, es que quien debe “convencer”, es él y no sus activistas. ¿Cómo pedir el voto para un loco?, ¿cómo convencer a esos 10 para que voten por un proyecto que no se entiende y que no tiene ni pies ni cabeza?
-Ausencia de praxis. Andrés Manuel no mide que el pueblo no cree en los cambios de timón y si una gran mayoría de mexicanos creyeron en un discurso revolucionario y populachero, hoy no pueden entender cómo se ablandó ese “gallito” y cómo se atenuó ese “rayito” de esperanza.
-Anacrónico, desfasado, famélico, inconsistente, incongruente, necio, nulamente competitivo, aburrido y hasta fastidioso; el Demente de Macuspana llegó a la fuente de las ocho regiones en Oaxaca para decepcionar más aún a sus seguidores.