“OAXACA…NUNCA MÁS UN GABINO CUÉ”; el 11 de mayo de 1994, año de elecciones y particularmente tenso, de crisis política y social, el New York Times publicó un texto de Carlos Fuentes en el que planteaba, “que la sociedad civil tenga la imaginación para asegurar que el día de las elecciones, los trenes no choquen, las locomotoras se detengan y en la estación todos podamos abordar el convoy de la democracia”, sin duda hoy como ayer lo dicho por Fuentes es vigente; ayer el Secretario de Gobernación Miguel ángel Osorio Chong, le dijo a Ciro Gómez Leyva que “este proceso electoral es uno de los más despiadados que le ha tocado ver, debido a las acusaciones que se han realizado entre candidatos y partidos políticos y refirió que en varios spots se hicieron señalamientos personales, que en nada abonan a la competencia”, no mencionó las filtraciones de conversaciones, tal vez para no validar su ilegalidad, pero es obvio que estaban incluidas, agregó “no creo que sea el camino para una mayor participación de los ciudadanos y no lleva a un proceso tranquilo” y concluyó “valdrá la pena que las autoridades electorales y los legisladores revisen este proceso electoral que concluirá el próximo domingo y definan límites con miras a las elecciones de 2017…hay tiempo para ello” no aludió al 2018 pero también es obvio que estaba pensando en él; hace algunos años, Daniel Zovatto, uno de los politólogos más reconocidos a nivel mundial, me comentó “ante los problemas de la democracia, siempre más democracia, nunca menos democracia, ante los problemas de la política, siempre mejor calidad de la política, no antipolítica, necesitamos mejores instituciones democráticas, más eficacia en el liderazgo político, no vamos a tener mejor calidad política si no tenemos mejores políticos, tenemos que ser más tolerantes, tener más sentido de humildad política y fundamentalmente, ser conscientes de que los problemas que hoy nos aquejan, no son problemas de falta de democracia sino de vivir en democracia”; como se advertirá se trata de tres reflexiones en positivo, de tres personajes de ámbitos diversos y en tres momentos diferentes y por supuesto válidos de asumirse a plenitud, lo cual implica necesariamente el contraste de lo que al día de hoy tenemos y lo que deseamos; lo que hemos visto y escuchado en estos casi dos meses nos ha mostrado el estado de ánimo, el lenguaje poco ortodoxo y el nivel de involucramiento de aquellos que tienen algún interés de parte en el proceso, lo cual, salvo por la ilegalidad en que fueron obtenidos, no debería alarmarnos, un recordatorio materno o una llamada de alerta al hermano para que se despabile “no hacen verano”; lo que sí llama la atención y convoca al análisis, en algunos casos no solo político sino hasta del psiquiatra, es el nivel de degradación al que han llegado algunos actores políticos, que al conjuro de que “el fin justifica los medios”, lo mismo compran, amenazan, venden y hasta advierten sobre los costos de la traición; en este contexto en 13 entidades se renovarán poderes, ejecutivos –en 12- legislativos y municipales y en la Ciudad de México se elegirá a una parte de la Asamblea Constituyente, por lo que cada quien en su ámbito de origen deberá tomar una decisión, la de por quién o quienes votar; lo hará, seguramente en función de muy diversas premisas, desde la identidad partidista hasta por la confianza o simpatía que le provocan las y los candidatos; en Oaxaca, diría el trovador “ la tierra donde nací y en donde están mis amores”, son cuatro las opciones en competencia real, Alejandro, Benjamín, José Antonio y Salomón; de entrada considero que ni los orígenes ni la edad deben ser determinantes, nadie escoge donde ni de qué genes nacer y la edad “es un estado de ánimo”; endosarle a Alejandro los errores o aciertos de su padre es lo más lejano a una valoración real, en todo caso él tendrá que responder de los propios ante la historia y vaya que le sobrará tiempo si es elegido, por lo que no debe fallar, talento y formación no le faltan; Benjamín, es un guerrero, razones poderosas debe tener para haber roto con el grupo de Cué, la vida y más la vida política no es una foto fija, por lo que está en su derecho de confrontarlos con la intensidad que lo hace; José Antonio, tiene la fortuna de tener una segunda oportunidad y eso es un regalo de vida política, se entienden sus compromisos, pero su mayor reto será, de ganar, tirar lastre, ser para bien un hijo de Saturno invertido en versión de Francisco de Goya; Salomón, ha realizado una gran campaña, auténtica, congruente, tiene razón cuando dice que Morena ya ganó, es cierto, será como partido la segunda fuerza en Oaxaca; sin embargo, quien quiera que obtenga la mayoría tiene dos retos fundamentales, el de la gobernabilidad y devolverle a la investidura de gobernar Oaxaca, la dignidad, la jerarquía, el honor, que el filibustero de las cañerías de la política, el inmoral, corrupto y cobarde Gabino Cué, degradó a los peores niveles de su historia; finalmente, dos reflexiones hay que tomar en cuenta el domingo frente a la urna, no hay votos útiles solo votos por convicción y nunca más un Gabino Cué en Oaxaca; es viernes “hoy toca” –Dehesa dixit-, ¿alguien puede asegurar que esto ya está decidido?…¡5 años de resistencia…ya solo faltan 179 días para que Gabino Cué pase a ocupar su lugar en el basurero de la historia!…
RAÚL CASTELLANOS HERNÁNDEZ / @rcperseguido