“SUEÑO UNA EUROPA CAPAZ DE SER MADRE PORQUE RESPETA LA VIDA” –Francisco dixit-; la sala Regina, una bella estancia del Vaticano fue el marco ideal para que el Papa Francisco recibiera el pasado fin de semana el Premio Carlomagno que concede la Ciudad alemana de Aquisgrán a quienes se distinguen en Europa por su compromiso social y defensa de los Derechos Humanos; le fue entregado frente a los líderes más destacados de las Instituciones europeas, Martin Schulz actual Presidente del Parlamento Europeo, Donald Tusk, Presidente del Consejo Europeo, Jean Claude Juncker Presidente de la Comisión Europea, la tercia que en buena medida es responsable de las medidas económicas y sociales que asume la Unión Europea, incluyendo las políticas sobre los refugiados de Medio Oriente y África que por miles tratan de alcanzar las playas de Europa huyendo de las guerras civiles, fratricidas, religiosas y por el poder en que se debaten sus países, en particular, Siria, Libia, Irak, naciones también asoladas por el terrorismo del Estado Islámico; presente también, la Canciller alemana Ángela Merkel, quien paradójica y contradictoriamente a su rudeza en los temas monetarios, presupuestales y de ajustes financieros, en el caso de los inmigrantes ha mostrado un rostro humanitario, del que parecía despojada, al recibir a miles en su país, lo que le ha costado “alcanzar” los más bajos índices de popularidad; recientes estaban y retumbaban en las conciencias de los presentes, los bombardeos a campos de refugiados, calificados como crímenes de lesa humanidad por la ONU y pocas semanas antes la presencia del Papa Francisco en la isla de Lesbos en Grecia, a la que acudió a visitar a los migrantes ahí “concentrados” ante las restricciones impuestas para su ingreso a Europa; ante este escenario y por tal motivo el Papa bordó uno de sus más enérgicos alegatos en defensa de los migrantes, para lo cual utilizó una pregunta poste “¿Qué te ha pasado Europa?”; a partir de la cual planteó, que frente al desafío humanitario que representan los migrantes “hay a menudo juegos de poder económico” y reflexionó “frente a la tentación de replegarse, Europa tiene que recuperar su identidad y su identidad es esencialmente dinámica y multicultural, frente a la tentación de uniformizar, Europa debe integrar a culturas diversas y evitar así lo que sería una cruel exclusión”; sin rodeos puso el dedo en la llaga “varios países de la Unión Europea se niegan a acoger refugiados musulmanes, con la excusa de que eso provocaría tensiones políticas, el problema no es la tensión política, el peligro es uniformizar el pensamiento, Europa se ha ido atrincherando en lugar de promover sus valores humanistas, hace falta coraje para renovar el proyecto europeo”; hecho el diagnóstico, Francisco apuntó “Europa necesita una especie de transmisión de memoria, recordar para no repetir errores del pasado, apropiarse de las experiencias que permitieron remontar las crisis anteriores, los grandes ideales han perdido atractivo, Europa da la impresión de estar en declive, ha perdido capacidad para ser efectiva ante los problemas”; y aludiendo a Luther King concluyó “sueño una Europa joven, capaz de ser aún madre porque respeta la vida, sueño una Europa que se hace cargo del niño, socorre al pobre y a los que buscan refugio, sueño una Europa que escucha y valora a los enfermos, una Europa donde ser inmigrante no sea delito sino invitación a un mayor compromiso con la dignidad del ser humano, sueño una Europa de la cual no se pueda decir que su compromiso con los Derechos Humanos ha sido su última utopía”; al concluir un silencio antecedió al aplauso y una pregunta flotaba permanente “¿Qué te ha pasado Europa?”; hoy se celebra el Día de las Madres, es día de fiesta, ¡FELICIDADES A TODAS LAS MADRES DEL MUNDO!..; en contraste también lo puede ser, para algunos, es mi caso, de dolor, de inmenso dolor al cumplirse hoy siete años de la partida de mi adorada madre, de quien recuerdo muchas cosas, pero en particular su forma de encontrar, de enseñarme, aún en el dolor, en la adversidad, a ser feliz; diría el inmenso John Lennon “cuando yo tenía 5 años, mi madre me decía que la felicidad era la clave de la vida, cuando fui a la escuela, me preguntaron que quería ser de grande, yo respondí ¡feliz!…me dijeron que yo no entendía la pregunta y yo les respondí, ustedes no entienden la vida”…¿alguien puede asegurar que esto ya está decidido?…¡5 años de resistencia…ya solo faltan 203 días para que Gabino Cué pase a ocupar su lugar en el basurero de la historia!…
RAÚL CASTELLANOS HERNÁNDEZ /
@rcperseguido