LO QUE FALTABA. MARGARITA LE PIDE A TRUMP INTERVENIR EN LA ELECCIÓN PRESIDENCIAL DE 2018
La nota de Reforma es contundente. Se titula “Advierte Zavala en EU por 2018” y en su contenido Margarita Zavala (esposa de Felipe Calderón, el activista ex presidente que anda en campaña reeleccionista), argumentó a manera de advertencia y petición intervencionista de visita en Washington: “Estados Unidos tiene que analizar qué tipo de vecino quiere en su frontera sur pues la elección presidencial en México ya corre el riesgo de polarización y de relajación en seguridad y comercio”.
Cuando ya parecía que lo habíamos visto todo en materia de entreguismo y falta de visión histórica desde la visita de Donald Trump a Los Pinos y subsecuentes encuentros del Virrey Videgaray con los asesores de la Casa Blanca, incluyendo el “yerno consentido”; resultó que “¡aún hay más!” (diría Raúl Velasco). Mientras el Comandante Supremo de la “Band of Brother’s” hacía campaña en el Estado de México, incluyendo el “beso del diablo” a la señora del PAN, su interpósita representante a la reelección hacía lo propio en las altas esferas republicanas de los Estados Unidos.
Visitó el Capitolio, concedió entrevistas y se reunió con grupos de migrantes de élite. Con los otros inmigrantes, los que están amenazados, son reprimidos y andan en las calles manifestándose, no lo hizo, debido a que a la derecha nacional no se le da eso de andar marchando con indocumentados, ni aquí ni allá, para eso está Andrés Manuel que le encanta asolearse en las plazas públicas; diría un destacado panista “hasta para protestar hay clases sociales. Nosotros sólo lo hacemos por la unidad”.
Sabedora de que lo que le sobra es “cash” para la imagen, Televisa le otorgó amplia difusión a su visita al Cementerio de Arlington, donde si bien los americanos rinden homenaje a sus próceres y soldados caídos, lo cual es muy respetable, no tenemos conocimiento que ahí se encuentren reposando los restos de alguno o algunos de los miles de connacionales indocumentados que murieron tratando de alcanzar el “sueño americano”.
Enfundada en elegante traje sastre de reconocida marca, caminó por los pasillos posando para tomas abiertas, hasta llegar a colocar una ofrenda en la tumba del Soldado Desconocido. No informó si en esta u otra ocasión visitará algún cementerio hispano o musulmán. En su agenda también figuraron sendas conversaciones para tomarse la foto con los senadores republicanos Jeff Flake y John McCain, o sea, de la misma línea ideológica anti migrante; no hay que olvidar que en Estados Unidos –los republicanos- son los conservadores, así como en México, el partido Acción Nacional es el heredero de los fusilados en el Cerro de las Campanas de Querétaro.
Sonriente y satisfecha, Margarita Zavala posó con el Senador McCain, representante del Estado de Arizona; el mismo a quien la activista por los derechos civiles Dolores Huerta señaló como “un camaleón político, para quien es más importante salvar su carrera que hacer lo correcto por las familias latinas”; tales juicios los formuló cuando McCain votó en contra de que se considerara en el Senado el proyecto de Ley de Desarrollo, Alivio y Educación para Menores Extranjeros –Dream Act- después de que ya había pasado por la Cámara de Representantes; lo acusó además de apoyar la polémica Ley de Inmigración SB-1070 aprobada en Arizona conocida como “Ley del Odio”, antecedente de la Órdenes Ejecutivas de Trump; y por si alguna estrella le faltara –a McCain- es simpatizante de la construcción del muro.
Todo lo anterior no le causó ningún rubor para suscribir con McCain, destacado opositor a Trump en las formas domesticas pero con plena identificación en temas sociales. La señora Zavala, señala un comunicado, se compromete a “mantener una relación estrecha para seguir trabajando a favor de la relación bilateral entre las dos naciones”; o sea nada, puros lugares comunes y valdría la pena preguntar: ¿a quién representa Margarita si ni a candidata llega?
Entrevistada por Jorge Ramos, quien de forma directa le preguntó “¿usted cree que lo que hizo su esposo fue correcto”; Zavala respondió “en muchas materias seguramente puede no estar exento en equivocaciones, pero el que todos los días pensó como debemos pensar los mexicanos que queremos trabajar en la política y que tomamos decisiones o tomaremos decisiones, lo mejor lo que tenemos que decidir es lo mejor para México y algunas veces se entenderá poco, algunas veces poco se comprenderá o como creo que fue uno de los grandes errores fue la comunicación, puede ser uno de los grandes errores que se tuvieron, pero si te quiero decir que nunca estuvo fuera de la decisión de los gobiernos panistas o del sexenio 2006-2012, estuvo fuera de foco el ayudar a México”.
Como se advertirá, la cantinflesca declaración es una joya. Hay que agradecerle a los Calderón pensar en nosotros, incluyendo los miles de muertos, heridos, desaparecidos y “daños colaterales”; gracias por explicarnos que todo lo ocurrido durante el gobierno de quien ahora quiere reelegirse en su persona fue un “error de comunicación”. En resumen, yo me quedo con el tuit de Risco “¿en serio ella? “¿de verdad la consideran una posibilidad?”
Pero, como lo advertimos al inicio de estas líneas, faltaba el punto culminante: Margarita Zavala con su valoración sobre el proceso electoral que viene para disputar la presidencia de la república, lisa y llanamente está pidiendo a Trump un tratamiento similar al que le brindaba Estados Unidos en el pasado a las “repúblicas bananeras”, ¿o estará pensando en algo al estilo Pinochet en Chile? Es pregunta, pero se enmarca y hay razones para pensarlo, conociendo la forma como la derecha se ha comportado a lo largo de la historia, no sólo en México sino en el mundo.
Gerardo Esquivel escribió “¿o sea? ¿le está pidiendo a Estados Unidos que intervenga de alguna manera o qué? ¡qué peligrosas esas declaraciones!”; José Merino tuiteó “Concuerdo, creo que les parece tan legitima su defensa del statu quo que no miden lo que dicen”. Sobre el tema, hace unas horas un analista reconocido me soltaba “Los Calderón son un peligro para México”. Yo me pregunto: ¿Quién en su sano juicio votaría por el grupo político que democratizó la muerte?
¿Alguien puede asegurar que esto ya está decidido?
RAÚL CASTELLANOS HERNÁNDEZ / @rcastellanosh