Del Zócalo a los Pinos: Raúl Castellanos

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JOSEFINA Y FELIPE. POR LA REVANCHA Y LA REELECCIÓN.

La política (como la vida) con frecuencia te brinda una segunda oportunidad. En ocasiones para bien y otras para mal; en especial cuando no valoras y asumes las experiencias del pasado. Como si algo faltara, para ponerle animación al debate interno de cara al 2018, dos personajes se han disputado los reflectores en los últimos días en el partido que encabeza Ricardito Anaya (El Niño Fidencio de la mafia azul): Josefina Vázquez Mota y Felipe Calderón.

Josefina, “la señora del PAN”, como la llamaba Elba Esther Gordillo, se perfila como la segura candidata al gobierno del Estado de México; sólo falta cumplir con la formalidad de su registro ante el árbitro electoral y que el tribunal rechace –si no es que ya lo hizo- las impugnaciones al método de elección interna, que algunos personajes con interés de parte interpusieron. Esta semana se ha dedicado a recorrer el estado, dar entrevistas y asumirse como una competidora real al gobierno del Estado de México.

Ayer, con disimulada euforia, presumía “estoy fuerte, estoy a tiempo y bien acompañada por todos los liderazgos y militancia del partido”. Atrás parecen quedar los fantasmas del pasado, producto de la soterrada y ahora ya ampliamente documentada confrontación con el entonces presidente Calderón, quien le retiró el apoyo en “cash” y le impuso como marcaje personal en el último tramo de la campaña presidencial de 2012 a su esposa Margarita Zavala; cuya presencia también se explica a la luz de sus afanes actuales.

Incluso se dice en los sótanos de las catacumbas donde se construyen los acuerdos en lo oscurito, que hubo un pacto entre Calderón y Peña Nieto para bajarla de la contienda a cambio de en seis años apoyar a Margarita Zavala, o sea ¡ahora!; versión bastante descabellada y prácticamente imposible de probar, aunque en ocasiones la necia realidad desmiente o confirma.

Por supuesto contaron sus propios errores: el Estadio Azul casi vacío al salir a dar su discurso de inicio de campaña que luego ella vio en sus declaraciones “casi” lleno; su convocatoria en Teziutlán Puebla a “fortalecer el lavado de dinero”; sus desmayos en eventos con organizaciones y empresarios; su confrontación con comensales en Tres Marías; su “invitación” a las mujeres a declarar cuarentena de sexo a sus maridos si no votaban por ella; y por si algo faltara las filtraciones de sus desencuentros con Genaro García Luna y la “pinche Sota”.

Sin embargo, todo parece indicar que esta vez los astros se le están alineando para por lo menos meterse a la disputa del poder real; le favorece la situación que vive el país –lamentablemente- y en particular el desgaste del presidente. Si logra convertir la elección en un referéndum en torno a Peña Nieto, sus posibilidades crecen; ayuda –también- la división del PRD que no irá –todo parece indicar- con un candidato (a) competitivo y el crecimiento de Delfina Gómez de Morena; si las cosas siguen en esa ruta, la elección apunta a partirse en tercios PRI, PAN y Morena.

Hasta aquí todo parece miel sobre ojuelas…para Josefina; pero, siempre hay un pero que vale la pena analizar. ¿Qué pasa si Vázquez Mota gana la elección? ¿Qué pasa en el PAN? Lo primero todos van a enloquecer pensando o creyendo que ya tienen pavimentado el camino a Los Pinos, comenzando por Anaya. Ello encarecerá la disputa interna, se van a hacer pedazos, Anaya, Moreno Valle, Margarita e incluso, la misma Vázquez Mota puede dejarse encantar por el “canto de las sirenas” y “sirenos”, charales, tiburones y demás especies que la animaran.

Quien ya se percató del “riesgo” que representa Josefina si llegará a triunfar es el mismo Felipe Calderón. Dos hechos hacen evidente su nerviosismo: la ausencia o por lo menos el muy bajo perfil que Margarita Zavala ha asumido ante la inminente candidatura de Vázquez Mota y el activismo del propio Calderón, la “donación” de su pensión a la Fundación “Aquí Nadie se Rinde” que atiende a niños con cáncer, si bien es un gesto noble no deja de estar cargado de una buena dosis de oportunismo y demagogia; se inscribe en el debate que Margarita Zavala ya tiene perdido –por lo menos hasta hoy- con Andrés Manuel.

Ayer –Calderón- declaró “López Obrador es un hombre mezquino, lo que le importa es refrendarse como el mesías tropical, donde él sólo tiene la verdad, está lleno de odio, no puede superar que le gané y que le gané limpiamente hace poco de más de 10 años”.
Como se advertirá, Josefina y Felipe ya están en campaña. Ella por la revancha, él por la reelección.

¿Alguien puede asegurar que esto ya está decidido?

RAÚL CASTELLANOS HERNÁNDEZ / @rcastellanosh