CÁRDENAS, LÓPEZ OBRADOR Y MUÑOZ LEDO. LA HISTORIA ES CÍCLICA
Concluido un ciclo, iniciamos hoy uno nuevo que se vislumbra retador, mágico e indescriptible. Agradezco a los medios de comunicación impresos y digitales, a sus editores, directores y compañeros de base que los hacen posibles, la oportunidad que me brindan de volver a sus espacios –acompañado de la “loca de la casa”- para, a través de estas líneas, darle forma a una de mis causas de vida, mi vocación artesanal por discurrir sobre la necia realidad y perseguir utopías.
Hablando de ciclos, a casi 30 años de la formación del Frente Democrático Nacional que cimbró al país, cambió formas y modos de hacer política, modificó para bien las reglas del juego electoral y propició la alternancia en la “Silla de Krauze” versión Peña FIL de Guadalajara (lamentablemente a favor de la derecha facciosa); Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, el pasado 4 de febrero, en la antesala del Centenario de la Constitución, llamaron a conformar una “mayoría social” de cara a las elecciones del 2018.
El Ingeniero puntualizó: “Todos cabemos, nadie sobra, todos hacemos falta y a nadie debe excluirse”. Muñoz Ledo por su parte afirmó: “Tenemos todo para volver a ser la gran Nación que fuimos” y propuso, con la visión que le caracteriza organizar un grupo de internacionalistas y juristas para enfrentar las políticas de Trump. Un consenso permeó: La unidad de los mexicanos debe darse en defensa del país, de los derechos humanos, aquí, allá y donde un connacional sea violentado, no en torno a una figura. La iniciativa es válida y novedosa, entre otras razones por el peso moral y político específico de los convocantes y porque pone el dedo en la llaga: Primero hay que poner orden en la casa que se está incendiando hasta la cocina, para luego enfrentar al tirano del otro lado de la frontera.
Sin embargo, la empresa se antoja compleja y difícil de alcanzar; sobre todo consensar un candidato presidencial. No es reproche, pero Cárdenas y Porfirio nunca pudieron ponerse de acuerdo en el 94 y el 2000. De entrada habrá que esperar la reacción de los que ya se sienten posicionados en el “arrancadero”: Margarita Zavala (representante de su cónyuge), Ricardito Anaya (El “Niño Fidencio” de la Mafia Azul) y Moreno Valle, los que hasta hoy han levantado la mano “abajo a mi derecha”; Mancera y Graco de “arriba a mi izquierda” y hasta los “independientes”, desde Castañeda, Álvarez Icaza hasta Ferriz de Con y quien sea la candidata indígena.
Por supuesto que la mayor controversia se presentará con Andrés Manuel, quien por cierto inicia pronto una gira por los Estados Unidos, dijo que los recorrerá de norte a sur y de frontera a frontera; con buen olfato político, sabe que paradójicamente, contrario a lo que ha combatido, del “otro lado” hay una reserva natural de votos; aunque como todo en la política, siempre hay “que elegir entre inconvenientes” -diria Reyes Heroles-, habrá que esperar cual será la reacción de Donald: Lo ignora, lo tolera o lo expulsa a “tuitazos”.
En contraparte y tratándose de combatir a una mafia más, mucho más poderosa que la “mafia local”, lo políticamente correcto debe ser que AMLO convoque a un plantón frente a la Casa Blanca –la de allá- o ya de perdida a lo largo de la Quinta Avenida de Nueva York. Ya veremos.
¿Alguien puede asegurar que esto ya está decidido?
@rcastellanosh / RCmultimedios.mx