“PIÑATAS PERREDISTAS PARA VENCER AL FOLKLÓRICO TRUMP”; es posible que en esta temporada navideña las piñatas más solicitadas y vendidas sean las de Donald Trump, ello es correcto, es parte de nuestras tradiciones y seguramente las habrá de todos los estilos, si alguien tiene abiertos frentes para criticarlo es el siguiente presidente del país alguna vez considerado el gendarme del mundo; sin embargo, sin pretender contradecir el humor negro tan común y en ocasiones tan necesario para evadir la tensión nacional, si parece una muestra de –por lo menos- falta de imaginación por no decir de respeto a la investidura tan costosa que ostentan, el que los senadores perredistas, en lugar de proponer y legislar políticas públicas para enfrentar el tsunami, político, económico y sobre todo social y violatorio de los Derechos Humanos de nuestros connacionales, que se viene a partir del 20 de enero; hayan optado, convocados bajo la consigna de “síganme los buenos” de su coordinador, el “camotero”, -sin albur- o en su caso poblano, como si ese bello estado no tuviera suficiente con su “Gober Precioso II”, Moreno Valle, el excelentísimo y nunca bien ponderado Don Miguel Barbosa Huerta –no de los “Olivos” pero si de Zinacatepec- y muy posiblemente pariente de Don Susanito Peñafiel y Somellera y al grito de “dale, dale, dale, no pierdas el tino” y un sonoro “chinga a tu madre, puto, puto, puto”, casi tan elegante como los que se avientan los aficionados fundamentalistas en el estadio Azteca contra los porteros rivales cuando los “ratoncitos” verdes, a veces negros van perdiendo; se lanzaron con singular entusiasmo, a romper una piñata con la figura de Donaldito –Trump- en la pre-posadita que celebraron en un “modesto” salón de fiestas, de esos del “pinche primer mundo”, contra los que, como integrantes de una izquierda que se respete, hay que luchar…hasta emparejarse; como es de suponerse, la brillante iniciativa de los senadores amarillos, posiblemente producto del enojo –contra Trump- provocado por algunos “drink’s” de esos de importación que se sirven en los casinos de Donald, motivó reacciones; el ex embajador de nuestro país en Estados Unidos Arturo Sarukhan consideró “lamentable” el comportamiento de los senadores y agregó “se requiere de profesionalismo, visión de Estado y seriedad para encarar los retos que vienen”; Alejandro Encinas, por su parte, consideró como “altamente reprobable alentar este tipo de expresiones con alto contenido homofóbico”; en el otro extremo, la Secretaria General del PRD, Beatriz Mojica, que recién se declaró “lista para servir a Guerrero”, como si Guerrero fuera culpable, minimizó el “piñatazo”, con erudita inteligencia señaló “es parte del espíritu y del folklor mexicano que no va a causar ningún estrago diplomático” y probablemente tenga razón, con su 5% de intención del voto de cara al 2018 difícilmente Trump se va a preocupar; lo cierto es, y si ofende, preocupa y debe ocupar, que bajo estas veleidades se soslaye la real amenaza que representa el ya muy cercano nuevo gobierno de EE UU, ni siquiera se requiere ser senador para darnos cuenta, solo basta darle una lectura a los “curriculum’s” de quienes están siendo nominados a ocupar los principales puestos en el Gabinete de Trump; y peor aún, si calienta que no se adviertan los riesgos que los compatriotas van a correr en su seguridad personal, de sus familias, está más que cantado que impondrán gravámenes a las remesas, para financiar el “muro”, habrá deportaciones masivas, redadas masivas; ya quiero ver cuántas piñatas romperán don Miguel Barbosa y socios, cuando, en un juego del “Tri” de pronto la Guardia Nacional rodee el estadio para detener indocumentados, a los miles que no tengan “papeles”..al tiempo…¿alguien puede asegurar que esto ya está decidido?…
RAÚL CASTELLANOS HERNÁNDEZ / RCmultimedios.mx