“TODO ES ACERCA DEL SEXO… EXCEPTO EL SEXO…EL SEXO ES ACERCA DEL PODER” –Frank Underwood-; sin duda una de las grandes ventajas de nuestro sistema político a la mexicana es que no está considerada a nivel de Presidente de la República, la reelección, quienes han ocupado la “Silla del Águila” versión Peña Nieto FIL de Guadalajara, concluidos los seis años “comen y se van” de Los Pinos, no tienen manera de optar por someterse nuevamente al escrutinio de las urnas y ello es una bendición, de las pocas que podemos contar en estos tiempos de cólera e inseguridad; se imaginan si desde Díaz Ordaz hasta el actual, pasando por López Portillo, Salinas y demás, en el caso de los surgidos del alguna vez “partido casi único” o de los impresentable Vicente Fox y Felipe Calderón, anotados en la cuenta del partido de la “mafia azul”, se hubieran presentado a la reelección ¿ustedes hubieren votado por ellos?; el tema viene al caso porque el pasado jueves 1 de diciembre, Francois Hollande, Presidente de Francia, la cuna de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad y muchas cosas más, mediante una “solemne” declaración televisada en cadena nacional, realizada desde el Palacio del Elíseo, anunció que no será candidato a sucederse a sí mismo en las elecciones a celebrarse en 2017; se convierte así en el primer Presidente de la V República que renuncia a competir por un segundo mandato; pero aún peor, lo hace el mismo día en que se declaró oficialmente abierta la campaña para las primarias de la izquierda, o sea, está consciente que no gana ni en su propio partido, tan lo está, que inició su comunicado con una confesión de parte “no he perdido la lucidez y he decidido no ser candidato a la elección presidencial”; tirada la “toalla”, deja abierta la puerta a su Primer Ministro Manuel Valls, que ya en la víspera se había saltado las trancas, al declararse “listo para conducir el cambio”, para buscar la candidatura socialista frente al ex ministro de economía Arnoud Montebourg, a quien Hollande despidió de mala manera en 2014, vueltas que da la vida; la gran interrogante es ¿qué fue lo que condujo al presidente Hollande a solo un consistente 7% de aceptación electoral?; dos son las razones que apuntan los analistas, primera, su errática conducción de la economía retractándose de la mayor parte de sus compromisos en campaña, “mi verdadero enemigo es el mundo de las finanzas” había pregonado, con la promesa de de no perjudicar a las clases medias, tampoco modificar las políticas sociales, emblemáticas en Francia, incluyendo una impopular reforma laboral y no aplicar la austeridad al nivel que demandaba Berlín; ya en el poder hizo lo contrario, su tumba la selló con el “Pacto de Responsabilidad” que benefició a los empresarios con rebajas y cotizaciones por valor de 40 mil millones de euros al tiempo que obreros y clase medias sufrían un histórico descenso en su poder adquisitivo; y segunda, gran motivo de su caída en picada, cosa rara en la considerada muy “open main” sociedad francesa, lo fueron sus devaneos amorosos; en la segunda semana de enero de 2014 la revista francesa “del corazón” Closer publicó en su portada, con el sugestivo título “el amor secreto del presidente”, una investigación de 7 páginas y espectaculares fotos que daba cuenta del tórrido romance que “monsieur president” sostenía con la actriz Julie Gayet, a quien visitaba “secretamente” conduciendo una moto de repartidor de pizzas, portando casco, aunque no se sabe si las pizzas eran de salami o cuatro quesos, en un departamento que para acabarla de joder pertenecía a un miembro de la mafia ubicado a unas pocas cuadras del Palacio de Elíseo; el escándalo como recordarán fue mayúsculo, la entonces Primera Dama Valérie Trierweiler cayó en depresión y fue hospitalizada, el rompimiento fue inevitable; periodista reconocida, repuesta del “affaire” a los pocos meses Trierweiler publicó un libro del que se vendieron en Francia en la primera semana medio millón de ejemplares, que tituló “Merci pour ce moment” –Gracias por este Momento- en el que narra intimidades de su relación con el presidente, describe el momento en que Hollande le confiesa su infidelidad y lo describe de forma lapidaria “él se presenta como un hombre que no ama a los ricos, en realidad, el presidente no ama a los pobres, él un hombre de izquierda, les dice en privado –a los pobres- los desdentados”; dice bien Frank Underwood en House of Cards ““TODO ES ACERCA DEL SEXO… EXCEPTO EL SEXO…EL SEXO ES ACERCA DEL PODER”…¿alguien puedes asegurara que esto ya está decidido?…
RAÚL CASTELLANOS HERNÁNDEZ