CARTA ABIERTA A GABINO CUÉ:
Para nadie es un secreto, en Oaxaca nos conocemos todos, que desde hace 20 años he sido un puntual adversario y crítico de tus conductas políticas; en este contexto desde el primer día de tu gobierno me hiciste objeto de una inmoral, cobarde e ilegal persecución política.
En estos seis años, evidencié jurídicamente ante los Tribunales Correspondientes, flagrantes violaciones de tu parte a mis derechos fundamentales, Derechos Humanos, Garantías Individuales, Certidumbre Razonable, Debido Proceso, Presunción de Inocencia, Suplencia de la Queja, Derecho de Audiencia, Principio de Legalidad.
En particular, en mi persona violaste los artículos 14, 16, 17, 19, y 20 apartado A, fracciones I, V, VII y novena de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 17 fracción IV, 119 segundo párrafo y 121 tercer párrafo de la Ley de Amparo; 89 de la Constitución Política del Estado de Oaxaca; 124 y 217 Bis-E del Código Penal del Estado; 5, 6 y 11 del Código de Procedimientos Penales del Estado; 1, 9, 33 y 39 de la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo del Estado de Oaxaca; 89 de la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos, todos vigentes en aquel momento del 2011, cuando empezaste; y a nivel internacional los artículos 7 y 8 inciso V de la Convención Americana de Derechos Humanos.
No alcanzaría este espacio para enunciar la grotesca manipulación de disposiciones legales y responsables de aplicarlas de que te valiste, los estólidos argumentos que esgrimiste, basta decir que de siempre, desde la primera vez, no había delito alguno que perseguir como lo demostré a lo largo de estos años y está ampliamente documentado en las resoluciones jurídicas que como denuncias públicas he presentado desde el 6 de enero de este 2016.
Solo como un botón de muestra, paradójico resulta que tu propia “Contraloría” desde el 19 de noviembre del 2014 haya comunicado al Juez Cuarto de Distrito, en cumplimiento al amparo liso y llano concedido el 30 de septiembre del 2014, con plena ejecutoria decretada el 11 de noviembre, DEJAR SIN EFECTO TODAS LAS ACTUACIONES en contra de mi persona, desde junio del 2011, cuando comenzaste; misma que fue ratificada, nuevamente por la dependencia el 2 de junio del 2015; resoluciones jurídicas a las que habría que agregar otras similares anteriores y posteriores, incluyendo la del 30 de octubre del 2014 en relación con la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Gabino…
Cuando los temas de la política se judicializan, se vuelven estrictamente personales, así lo asumí y así lo encaré, jamás acepté buscar un “arreglo político”, la justicia no es negociable, durante 5 años guardé prudente silencio confiando en el sólido Poder Judicial Federal, cuando éste me fue concediendo la razón, salí a denunciar con pruebas jurídicas la persecución política de que me hiciste objeto.
¡NO ME DESTRUISTE! …por el contrario hoy me siento fortalecido, dice Stefan Zweig “se ha compuesto el himno del destierro, esa potencia creadora del destino, que levanta al hombre en su caída y concentra en la dura opresión de la soledad, nuevamente y en un orden nuevo, las fuerzas conmovidas del alma, enseñanza dura, pero enseñanza y aprendizaje es todo destierro, nunca es el destierro para el verdadero fuerte una mengua, es siempre un tónico de su fuerza”.
Hoy la ruleta de la vida y la política ha girado, tu pasas en pocas horas a ocupar el lugar que la historia te tiene reservado, te deseo buena suerte.
Por mi parte con la llegada de un nuevo gobierno, al que asumo, democrático, tolerante, respetuoso de la ley y de los Derechos Humanos, del que no tengo duda restituirá el Estado de Derecho en nuestro querido Oaxaca y jamás se prestaría a hacerte el trabajo sucio, suspendo este transitar por mi Gulag.
¡GRACIAS!
A todos, los muchos que jamás me abandonaron, en especial a mis hijas y a mis hijos sin cuya fortaleza hubiera sido casi imposible resistir, a mis hermanos, a mis amigas y amigos, grandes, grandes en el afecto y la solidaridad.
Mención especial me merecen mis amigos y compañeros de los medios de comunicación, en particular los que confiando en mí, me han brindado en estos años un espacio, para reflexionar, opinar, compartir, espacio que ha sido vital para sentirme vivo.
Hoy, mirando al futuro sin rencores, puedo decirles ¡por Oaxaca no hay tiempo para perder el tiempo!…sean felices, hay motivos y además no cuesta nada…¡nos vemos pronto…cuando Dios lo decida!….
RAÚL CASTELLANOS HERNÁNDEZ.
