“CLINTON-TRUMP…NO HAY PLAZO QUE NO SE CUMPLA”; como suele suceder en el béisbol, lo vimos con el triunfo de los Cachorros de Chicago, viniendo de atrás, de estar contra la pared tres juegos a uno se alzaron con el triunfo en la Serie Mundial, haciendo válida la consigna de que “el juego no se acaba hasta que se acaba, -o sea- cuando cae el último out”; de igual forma, en la política, que es un juego de espejos, todo cambia en un momento, cuando todo apuntaba a un triunfo holgado de Hillary Clinton, el Director del FBI, republicano por “denominación de origen” entró como relevista de Trump lanzando una bola “ensalivada” al retomar el tema de los correos electrónicos de Hillary; lo hizo además de la forma en que podía causar más daño, especulando, acusando sin acusar ni presentar pruebas concretas, solo sembrando la sospecha sobre la credibilidad de Clinton, que es su “Talón de Aquiles”; el lanzamiento fue una recta al centro del plato, colocando el conteo en tres y dos, obligando al manager demócrata, Barack Obama, a salir al terreno de juego a reiterar “su absoluta confianza en la integridad de Hillary” y a cuestionar la decisión del director de la Agencia, James Comey “creo que hay una norma de que, cuando hay investigaciones, no trabajamos basándonos en insinuaciones, ni en informaciones incompletas, ni en filtraciones, trabajamos basándonos en decisiones concretas que se han tomado” le dijo al portal digital “Now This News”; así las cosas y continuando con la analogía, tal como los Indios de Cleveland empataron el marcador en la octava entrada, Trump se colocó en empate técnico según la cadena ABC y el Washington Post y CNN redujo la ventaja de Clinton a dos puntos en estados claves, lo cual puso nervioso a una parte del público, la más reducida, la que observa el juego desde sus palcos privados de lujo, con servi-bar incluido y bellas edecanes y que además apuestan fuerte, es decir los accionistas de los mercados financieros, los “dueños” de los consorcios internacionales que cotizan en las Bolsas de Valores del mundo, que en estricto sentido no les importa, “les vale” quién gane siempre y cuando no afecte sus ganancias; en este contexto, como suele suceder en un partido donde está en juego además del triunfo, el honor y el amor a la camiseta, la otra parte del respetable público, la mayoritaria, la de las gradas de sol, con su animación y participación puede decidir el resultado; en los hechos la votación ya inició, las imágenes y sobre todo las estadísticas dan cuenta de varios millones de sufragios ya emitidos, se habla de una muy alta participación; lo cierto es que, como en el reciente “Clásico de Otoño”, el juego ya se fue a extra innings, es de esperarse, como ya lo hemos apuntado en comentarios anteriores, que el voto latino sea decisivo, para los inmigrantes, mucho más que para los banqueros, esta elección es fundamental como causa de vida, si hay algo, en lo que Hillary y Trump se distinguen uno del otro, sin matices, sus posiciones están en los extremos opuestos, es en el tema migratorio; por nuestra parte, aún sabiendo que quien gane siempre pondrá por delante los intereses del imperio, estoy convencido que Hillary Clinton, es el mal menor, aunque seguramente habrá personajes como Luis Videgaray que estén cruzando los dedos apostándole su resto a Trump ¿se imaginan el regreso del virrey a Los Pinos del brazo de Donald?…no falta mucho para saber el final de esta historia, en política como en la vida no hay plazo que no se cumpla…es viernes “hoy toca” diría Germán Dehesa ¿alguien puede asegurar que esto ya está decidido?…¡5 años 11 meses de resistencia…al día de hoy ya solo faltan 26 días para que Gabino Cué pase a ocupar su lugar en el basurero de la historia!…
RAÚL CASTELLANOS HERNÁNDEZ // @rcperseguido
