“POSTRAOS AQUÍ LA ETERNIDAD EMPIEZA Y POLVO ES LA MUNDANAL GRANDEZA”; inscripción en el frontispicio del panteón de Oaxaca; mañana dos de noviembre es día de recordar, honrar, evocar a los muertos, los nuestros y a los vuestros, aquellos que no morirán mientras vivan en nuestros recuerdos; la muerte la única cita a la que nadie puede faltar, la más democrática, a todos nos iguala, no reconoce riqueza ni posición social; “pulvis es et pulverum revertires”, “polvo eres y en polvo te convertirás” dice el libro del Génesis; definición que en ocasiones el poder hace olvidar, dice Jean de la Bruyére que “el poder hace a los eminentes más eminentes todavía y a los viles, más viles y pequeños”; “el poder es como un explosivo, o se maneja con cuidado o estalla” expresaba Enrique Tierno Galván, líder de la oposición en la España franquista, que algo sabía de ello, de los abusos del poder; y Napoleón afirmaba “para dirigir bien la política es necesario hacerlo sin rencor, recelad del odio, escuchadlo todo y no os pronunciéis jamás sin haber dado tiempo a la razón para analizar”; porque más temprano que tarde “la fortuna se cansa de llevar a un mismo hombre sobre las espaldas”, diría Baltasar Gracián; para bien o para mal en definición de Kempis “sic transi glori mundi” –“así pasan las glorias del mundo”; y ¿Por qué estas reflexiones sobre la muerte y el poder?, por una razón muy poderosa en estos tiempos de abusos del poder, porque vale la pena recordarles a los hombres de y con poder que son mortales, “memento mori” –recuerda que has de morir- y que la justicia divina existe “el que a hierro mata a hierro muere”, “quid pro quo” –una cosa por la otra-; la política es más peligrosa que la guerra, porque en la guerra solo se muere una vez”, afirmaba con sabiduría Winston Churchill; y Séneca nos regaló una verdad absoluta “el poder y el despotismo duran poco”; otras consejas aconsejan –valga el pleonasmo- “para ser líder se debe ser puente”; los seres que trascienden son aquellos que están dispuestos a perder algo de gloria a cambio de eternidad, para al final del camino, cuando llegue el día del recuento final aspirar a un “requiescat in pace”, en lenguaje coloquial “descanse en paz”; “incierto es el lugar donde la muerte te espera, espérala pues en todo lugar”, Woody Allen con su humor negro argumenta “no es que tenga miedo de morir, lo que no quiero es estar ahí cuando ello ocurra”; días de muertos, hoy, mañana, por siempre, buenos y bellos recuerdos de nuestros grandes amores, afectos, aprecios, que solo se adelantaron, con quienes habremos de volvernos a encontrar más tempano que tarde, cuando Dios lo decida; días de guardar, de llorarlos en silencio, con devoción, al tiempo que damos gracias por haber tenido el privilegio de nacer…¿alguien puede asegurar que esto ya está decidido?…! 5 años 11 meses de resistencia…ya solo faltan 29 días para que Gabino Cué pase a ocupar su lugar en el basurero de la historia!…nos leemos el viernes…
RAÚL CASTELLANOS HERNÁNDEZ / RCmultimedios.mx / @rcperseguido
