“RICARDO ANAYA…UN PELIGRO PARA EL PAN”; viene a mi memoria una conseja popular que apunta “la mayor parte de nuestros fracasos nos vienen por querer adelantar la hora de los éxitos”; tal reflexión aplica literal a Ricardito Anaya el “niño Fidencio” de la mafia azul; arropado por diversas circunstancias, entre las que habría que apuntar las pugnas internas en la cúpula gobernante que se aplicó en hacer perder a Beltrones para cerrarle el paso al 2018, imponiendo en el PRI candidatos impresentables en algunos estados, avalando a los Duartes y Borge e incluso confrontar a la poderosa Jerarquía de la Iglesia Católica, además de las crisis de seguridad y económica, Anaya, el jovencito dirigente del partido fundado por Gómez Morín, se auto convenció de que los triunfos obtenidos por su partido en las elecciones del pasado junio, fueron producto única y exclusivamente de su “carisma” personal mezcla de “nerd” y Harry Potter, “atinada” conducción y las miles de apariciones en los spots que nos recetó durante la campaña y que por supuesto sigue regalándonos con singular entusiasmo; convencido de que es el nuevo “mesías”, el hombre providencial que viene a salvarnos del maligno PRI y de las peores intenciones de la izquierda “radical y populista” encarnada en Andrés Manuel, creyó que ya cabalgaba en “caballo de hacienda” hacia la “Silla de Krauze”, versión Peña Nieto FIL de Guadalajara; engolosinado, comenzó a romper los equilibrios entre los grupos de poder que integran su partido, aplaudido por su “burbuja” y amparado en las facultades que le dan los estatutos, con inusitada rudeza innecesaria se deshizo de quien fue su hacedor, protector y guía político, Gustavo Madero, rompió con el gobernador de Puebla, Moreno Valle, que tiene un peso específico en la correlación de alianzas, por lo que se advierte los gobernadores electos, ya algunos en ejercicio, han comenzado a tomar distancia, en particular Javier Corral no tarda en hacer públicas sus intenciones aspiracionales y del grupo de los Calderón ya ni hablamos, está claro que son sus principales adversarios internos, los más acuerpados, con grandes recursos y además urgidos de reposicionarse sobre todo ahora que el EZLN le ha plantado cara de forma directa a Margarita Zavala; en este contexto, el fin de semana un grupo de notables panistas, 18 para ser precisos, hicieron pública una carta en la que con dureza poco común entre panistas cuestionan a Ricardito el “niño Fidencio” –de la mafia azul- y argumentan “el presidente nacional panista debe ser un árbitro justo, un elemento de armonía y encuentro, no juez y parte, debe ser responsable de armonizar los legítimos intereses de la militancia para evitar que se conviertan en conflictos que mermen las posibilidades de triunfo”, en el 2018 entendemos; advierten “más allá de que en público se niegue la aspiración de Ricardo Anaya para convertirse en el candidato a la presidencia de la República, la dirigencia nacional está utilizando la estructura y los recursos del partido en beneficio de ese proyecto personal, a través de medios cuestionables e incurriendo en un grave conflicto de interés” y concluyen urgiendo a la Comisión Permanente de su partido a establecer “piso parejo” en la contienda interna y le piden a Ricardito, en “buen romance” que se defina, presidente del partido o “proto-aspirante” a candidato a la presidencia; y como esta pelea sin límite de tiempo apenas comienza, ayer Ernesto Cordero, calderonista orgánico, le dijo a Ciro Gómez Leyva “Ricardo Anaya es la principal amenaza para la unidad del PAN”, o sea, ironías de la grilla, “Ricardito es un peligro para el PAN” ¿también lo será para México?, ¡que tal! con los inmaculados panistas…candil de la calle….¿alguien puede asegurar que esto ya está decidido?…
RAÚL CASTELLANOS HERNÁNDEZ / @rcperseguido