“GONZALO VEGA…CONCLUYÓ LA TREGUA…PARTIÓ AL LUGAR SIN LÍMITES”; a lo largo de nuestras vidas, es posible que a ustedes les ocurra, vamos acumulando en el recuerdo, momentos, vivencias, personajes; de estos últimos, un actor que siempre admire y seguiré admirando es Gonzalo Vega, a quien nunca trate personalmente, bueno si acaso hace unos 15 años me acerque a saludarlo en la dulcería de un cine de la Condesa, cuando como cualquier humilde mortal compraba una soda y palomitas, lo hice, para felicitarlo por su formidable actuación en la obra de teatro “la Señora Presidenta”, que ya para entonces llevaba varios años de largas temporadas conquistando aplausos; la trama se desarrolla en torno al sexo y la política, una sátira que tenía el atractivo de irse adaptando a las condiciones, por no decir desbarradas de cada periodo presidencial, por lo que nunca pasaba de moda, de ella Gonzalo Vega le dijo a Proceso.com “siempre interactuamos con el público, de acuerdo a lo que va pasando en el país, donde han ocurrido hechos desde Salinas de Gortari hasta Peña Nieto que jamás supuse que Pasarían, incluso la violencia, aunque no es una historia sólo de política, también habla de la mujer”; después, de aquel casual encuentro, lo admire más cuando interpretó el personaje central de la opera prima “La tregua”, de Mario Beneddetti, novela escrita en forma de diario personal en la que Martin Santomé relata los momentos más intenso de su vida ocurridos entre el 11 de febrero de 1958 al 28 de febrero de 1959, periodo de su vida en la que un empleado viudo, cercano a jubilarse, ve aparecer en su entorno a Laura Avellaneda, con quien renace al conjuro de un intenso romance, interrumpido por la muerte súbita de Laura, que lo devuelve a la necia realidad de su rutinaria vida; por supuesto, en la película quedan plasmados los sentires de la pluma del inmenso Benedetti, “¿sabe que usted es culpable de una de las crisis más importantes de mi vida?…es muy posible que lo que le voy a decir le parezca una locura, si es así, me lo dice, pero no quiero andar con rodeos…creo que estoy enamorado de usted”; “el plan trazado es la absoluta libertad, conocernos y ver qué pasa, dejar que corra el tiempo y revisar, no hay trabas, no hay compromisos, ella es espléndida”; “es evidente que Dios me concedió un destino oscuro, ni siquiera cruel, simplemente oscuro, es evidente que me concedió una tregua, al principio me resistí a creer que eso pudiera ser la felicidad, me resistí con todas mis fuerzas, después me di por vencido y lo creí, pero no era la felicidad, era solo una tregua”; ya recién en el 2013, cuando yo ya transitaba por mi Gulag, nos regalo una muy humana actuación en “Nosotros los Nobles”; “Germán Noble –Gonzalo Vega- un manipulador y poderoso empresario se da cuenta que los haraganes de sus hijos están tirando sus vidas por la borda, por lo que decide fingir la quiebra de sus empresas para darles una lección, haciéndoles creer que todas sus propiedades han sido embargadas, los deja sin carros, celulares y tarjetas de crédito, los lleva a vivir a un vecindario pobre, los hace cambiarse el apellido y cortar contacto con sus amigos, para salir adelante los pone a hacer lo que nunca habían hecho…trabajar..será ahí, bajo tales condiciones donde sus hijos aprenderán cual es su valor sin un apellido, fortuna y posición social y el propio Germán, aprenderá una lección, su error no fue educar a sus hijos con mano suave, sino haber preferido ser primero empresario que padre”; por supuesto Gonzalo Vega tuvo otras muchas brillantes actuaciones, pero para mí, estas tres, forman parte de mi inventario; Gonzalo Vega murió el lunes, asumiendo que la vida es una tregua en el devenir del tiempo y recordando dos títulos de sus cintas emblemáticas, diríamos, “concluyo la Tregua partió a un Lugar sin Límites”, ¿alguien puede asegurar que esto ya está decidido?…RAÚL CASTELLANOS HERNÁNDEZ /@rcpreseguido
