“SALVADOR ALLENDE: YA EL HORIZONTE SE ILUMINA…CON TODO EL RESPLANDOR DE UNA ALBORADA” –Salvador Allende dixit-; “Sigan ustedes sabiendo que mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor”; era el 11 de septiembre de 1973 – el domingo se cumplen cuarenta y tres años- Salvador Allende pronunciaba sus últimas palabras -premonitorias, serenas, con un sentido poético contrastante frente a las bombas y las balas que caían sobre el Palacio de la Moneda-; Allende suscribía su testamento político “tengo fe en Chile y su destino, superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse…colocado en este trance histórico pagaré con mi vida la lealtad del pueblo…mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que por lo menos será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición…no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza, la historia es nuestra y la hacen los pueblos”; y efectivamente la historia se ha encargado de colocar a cada quien en su lugar, Pinochet en el basurero, Allende en la inmortalidad; mucho se ha escrito y analizado sobre el contexto, las causas que culminaron con el golpe de estado, los errores de los partidos que integraban la “Unidad Popular”, las visiones encontradas y enfrentadas del MIR y los Socialistas, la confrontación de “modelos” económicos e ideológicos en el escenario de la “Guerra Fría”; sin embargo la figura de Allende se coloca sobre tales visiones y contradicciones, Salvador Allende además de un tenaz político -alcanzó la presidencia en su cuarto intento- fue un humanista, un soñador de utopías democráticas, un labrador que desafiaba las “leyes de la gravedad” -de los intereses de las “potencias”- al intentar construir un socialismo con rostro humano, manteniendo el respeto a las normas democráticas, donde se conjugaban dos premisas fundamentales que se complementan “libertad e igualdad”; fue un creyente de la ley, la justicia, la esperanza, por ello encaró con el alma del poeta que llevaba dentro su momento culminante; Diana Veneros en su libro “Allende” incluye “Angustia”, un poema publicado por quien sería presidente de Chile, en 1929, a los 21 años en un periódico de Viña del Mar…”Calma un instante tus angustias locas / pobre corazón mío / si sientes que te oprime el hondo frío / de las nieves eternas y las rocas / pronto a este invierno seguirá el estío / pero tiene la vida / amargas horas de implacable duelo / las tiene el ave, que en la selva herida / arrastra su nidal de rama en rama / las flores que hacia el suelo / pálidas doblan sus marchitas hojas / la virgen infeliz que sufre y ama / y devora en silencio sus congojas / la desolada madre que en pedazos / siente su pobre corazón partido / al ver que para siempre se ha dormido /el hijo de su amor entre sus brazos / y hasta la mar inmensa / que batalla con su dolor a solas / y, sollozando, vierte sobre la playa / cual torrentes de lágrimas sus olas / pero no todo es duelo ni quebranto / ni jamás es eterna la agonía / y surge a veces el placer del llanto / como tras la noche surge el día / no sufras, corazón, calma un instante / esa angustia letal que te domina / y ten valor en la áspera jornada / tu alegre despertar no está distante / ya el oscuro horizonte se ilumina / con todo el resplandor de una alborada”; es Allende, al que recordamos en la Universidad de Guadalajara expresando “el primer deber de un estudiante revolucionario es ser buen estudiante”; Allende el amigo de Fidel, de García Márquez, de Neruda -que lo siguió doce días después-; Allende, el mismo al que recordamos cada año, desde hace cuarenta y tres años, cuando celebrando 24 -ya para entonces vividos en este transitar de altas y bajas de claros y obscuros, que es mi vida- nos manteníamos pendientes de las noticias de la radio que daban cuenta del Golpe de Estado que estaba ocurriendo en Chile; Salvador Allende al que, Mario Benedetti -de los grandes del romanticismo, el de “Táctica y Estrategia” y “puedes contar conmigo”- le escribió “Para matar al hombre de la paz..para golpear su frente limpia de pesadillas..tuvieron que convertirse en pesadilla..para matar al hombre de la paz..tuvieron que desatar la guerra turbia..para vencer al hombre de la paz..y acallar su voz modesta y taladrante..tuvieron que empujar el terror hasta el abismo..y matar más para seguir matando..para vencer al hombre de la paz..tuvieron que afiliarse para siempre a la muerte.. matar y matar más para seguir matando..y condenarse a la blindada soledad..para matar al hombre que era un pueblo..tuvieron que quedarse sin el pueblo”…ocurrió un 11 de septiembre…sean felices, no cuesta nada…la vida es un instante…nos vemos mañana…¿alguien puede asegurar que esto ya está decidido?…¡5 años de resistencia…ya solo faltan 83 días para que Gabino Cué pase a ocupar su lugar en el basurero de la historia!…
RAÚL CASTELLANOS HERNÁNDEZ / @rcperseguido