Durante años hemos escuchado sobre el cambio climático, argumentos a favor y en contra. Una búsqueda rápida en San Google nos proporciona 54.9 millones de resultados para la palabra “cambio climático” mientras que para “crisis climática” apenas arroja 322 mil resultados.
Existe consenso que la crisis climática son las consecuencias del cambio climático y el calentamiento global. Así que debemos acostumbrarnos a usar este término para la situación actual de nuestro planeta; también a vivir o sufrir sus efectos, pero sobre todo a trabajar para reducir los impactos de esta crisis climática.
Durante años hemos sido testigos del cambio en nuestro ambiente: lluvias atípicas, inundaciones, sequías y hasta lluvias tropicales. Ya no tenemos primavera, verano, otoño e invierno definidos porque ahora hace calor en diciembre y frío en marzo; incluso hasta San Isidro Labrador incumple su palabra y ya no llueve en su día.
El pasado 9 de agosto el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) presentó el primer reporte del Sexto Informe de Evaluación.
Este primer reporte corresponde al Grupo de Trabajo I: Bases físicas y fue aprobado por los 195 países miembros del IPCC en reunión virtual celebrada en julio del presente año. Este trabajo presenta información sobre los impactos del cambio climático en el mundo y cinco escenarios para los próximos años.
Los científicos integrantes del IPCC reiteran lo que no hemos querido aceptar:
- Existen cambios en el clima de la Tierra en todas las regiones y en el sistema climático en su conjunto.
- Estos cambios en el clima no tienen precedentes en cientos o miles de años.
- Algunos de los cambios no podrán revertirse en varios siglos o milenios, como en el caso de el aumento continuo del nivel del mar.
El informe hace también un llamado urgente para que los gobiernos y sociedad nos preparemos par enfrentar el cambio climático ya que se espera una variación del clima en 2 oC en lugar de 1.5 oC como se estimó durante muchos años.
De acuerdo al IPCC en los escenarios y proyecciones, con un incremento de la temperatura de 1.5oC se experimentará un aumento de las olas de calor, se alargarán las estaciones cálidas y se acortarán las estaciones frías. En el escenario de 2 oC el calor extremo alcanzaría umbrales de tolerancia críticos para la agricultura y la salud.
Además del aumento de la temperatura en el planeta, las regiones experimentarán distintos cambios en la humedad y la sequía, los vientos, la nieve y el hielo, las zonas costeras y los océanos; por ejemplo:
- Mayor intensidad de las precipitaciones (lluvias) y de las inundaciones asociadas; por otra parte, sequías mas intensas en muchas regiones.
- En las zonas costeras aumentará el nivel del mar de manera continua, esto ocasionará erosión costera e inundaciones costeras más frecuentes y graves.
- También se acelerará el retroceso global de los glaciares y la disminución de la superficie de hielo marino, además de incrementarse el derretimiento de los glaciares.
- Los cambios en el océano, como el calentamiento y la acidificación global de la superficie del océano abierto.
- El aumento del nivel del mar.
- El calentamiento acelerado del clima en los últimos 2 mil años.
A pesar de este panorama desolador, los expertos apuntan que una reducción sustancial y constante de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y de los otros gases de efecto invernadero (GEI) permitiría limitar los efectos del cambio climático. Por ejemplo, la calidad del aire puede mejora de manera rápida, pero para la estabilización de las temperaturas mundiales se necesitan entre 20 y 30 años.
En conclusión, es innegable que esta crisis climática ha sido ocasionada por la actividad humana, y que todas las regiones del mundo enfrentan esta problemática. El reto ahora, es trabajar, y esto incluye exigir, que desde la sociedad, los gobiernos municipales, estatales y federal; realicemos acciones que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero lo más pronto posible.
