Deducciones de la consulta: Carlos R. Aguilar Jiménez

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Entre la población humana es un hecho que existen mucho mas personas buenas, nobles, insignes y satisfechas con su vida, que personas malas, perversas, injustas, crueles o diabólicas, porque si los buenos fueran menos y los malignos más la sociedad no funcionaría y no existiría la civilización, porque la civilización se mide a partir que alguno de nuestros ancestros ayudó y auxilió a otro, como se deduce del hallazgo paleontológico de un fémur que se fracturó y sanó facilitando el accidentado volviera a caminar, condición que no hubiera sido posible si no hubiera contado con la ayuda de su clan o tribu, porque más allá de los logros tecnológicos de la edad de piedra o Edad Media y de nuestro tiempo, lo cierto es que la civilización se mide por solidaridad, cooperación, justicia, inclusión, seguridad e igualdad de oportunidades, de tal forma que cuando se realizó la Consulta Popular para condenar retrospectivamente a funcionarios del pasado, únicamente un 7 u 8 por ciento acudió a las urnas a mostrar su resentimiento social y deseo de venganza. Los demás se quedaron felices y tranquilos en su casa o se dedicaron a disfrutar de la vida presente y su probable futuro, sin preocuparse del pasado, ya sea el mes, año, sexenios anteriores, la Edad Media o el Pleistoceno.

El INE según su conteo rápido informo que únicamente entre el 7 y 8 por ciento del padrón electoral votó, ganando por el si más del 90 por ciento, que según este porcentaje no alcanza para ser vinculante el ejercicio condenatorio que avalo el INE porque era necesario registrar una participación del 40 por ciento, quedando demostrado que al margen del rencor oficial y condena de culpa, transa o pecado del gobierno a sus antecesores, lo cierto es que a la inmensa mayoría de la población no le interesó perder su tiempo, siendo pocos los votantes la constante nacional en la consulta popular, que si bien a algunos crédulos les hizo creer que es la primera vez que la sociedad se siente integrada al gobierno en la toma de decisiones, lo que sucedió fue que el gobierno, en plena pandemia, cuando se debe evitar todo tipo de reunión, además procurar austeridad para mejor comprar medicamentos o procurar servicios públicos en seguridad, se prefirió reunir gente en casillas y gastarse millones de pesos en una consulta que resulto tal y como advirtieron sociólogos, antropólogos y politólogos:: Un fracaso, porque al menos la clase media sabe que la ley se aplica, no se consulta, ni tampoco se pregunta a estudiantes si quieren clases o no, así que la mayoría que no votó evitando participar en el subterfugio político, parece ser que únicamente los militantes y seguidores de la Virgen Morena que todavía quedan, son los que fueron a votar por el si para que se castigue al meteorito de Chicxulub, a Porfirio Diaz, Hernán Cortez, Maximiliano, Pancho Villa, a la Prensa Nacional e internacional, López Dòriga, Loret, los conservadores y de paso a Pepe Le Pew, Speedy González y Mauricio Garcés.