Por primera vez en su historia, los españoles votan hoy en unas elecciones generales que se decidirán entre más de dos partidos.
La alternancia en el poder entre el gobernante Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que lleva 33 años en pie, se ve desafiada por la incursión de dos partidos emergentes: Podemos y Ciudadanos.
Todas las encuestas coinciden en que ninguno de los dos representantes del bipartidismo español conseguirá una mayoría suficiente para gobernar en solitario, lo que anticipa complejas rondas de negociaciones entre las distintas fuerzas parlamentarias que aspiren a gobernar.
Ciudadanos, de centroderecha, apunta como imprescindible para garantizar una reelección del Primer Ministro español, Mariano Rajoy.
Su líder, Albert Rivera, manifestó recientemente que, aunque no dará su apoyo al PP, tampoco lo hará a una “coalición de perdedores” entre PSOE y Podemos. Su declaración supuso un gran alivio para el partido gobernante.
Por su parte, Podemos, de extrema izquierda, aspira a convertirse en la segunda fuerza del país y formar una alianza que le permita gobernar.
Los sondeos no son concluyentes. Aunque todos coinciden en una victoria del PP, el número de escaños que cada partido lograría varía enormemente.
Para elegir al Primer Ministro en primera vuelta, es necesario el apoyo de la mayoría absoluta de la Cámara baja (176 diputados de 350).
En segunda vuelta, basta con mayoría simple –más votos a favor que en contra– siempre que otro grupo se abstenga, como ha prometido Ciudadanos.
La única certeza es que España entrará a partir de hoy en una etapa política nueva, con un Parlamento muy fragmentado tras cuatro años en los que el PP contó con el control indisputado de ambas Cámaras.
A este nuevo Legislativo, que debe constituirse el 14 de enero, le espera una agenda que incluye propuestas de reforma de la Constitución, cambios en la ley electoral y la renovación de instituciones democráticas que se han demostrado muy alejadas de las nuevas generaciones de españoles.
La campaña electoral y los últimos meses de mandato de Rajoy se han caracterizado por un nuevo marco de debate político, en el que el eje de discusión ya no ha sido la izquierda y la derecha, sino la pugna entre lo nuevo y lo viejo.
Rivera, como Pablo Iglesias, el líder de Podemos, y Pedro Sánchez, del PSOE, son candidatos que forman parte de una generación mucho más joven que la de Rajoy y la mayoría de la directiva del PP.
Esta diferencia de edad es especialmente representativa de la sociedad española, en la que sólo el sector más anciano de la población, aquellos con 65 años o más, tiene al partido gobernante como su preferencia política.
El País