19:58 Luis Navarro Castañeda, director del penal de Atlacholoaya, fue “levantado” y decapitado por presuntos sicarios del narcotráfico que lo interceptaron en su trayecto al centro penitenciario, situado a 20 kilómetros, aproximadamente, de la capital del estado.
Alrededor de las 13:00 horas, tres horas después de ser capturado, sus victimarios arrojaron su cabeza frente al hospital regional número uno del Seguro Social.
Con la extremidad superior los sicarios dejaron un narcomensaje firmado por el Cártel del Pacífico Sur (CPS), una célula del cártel de los Beltrán Leyva, en el que acusan al servidor público de permitir la venta de droga en el interior del penal, según datos extraoficiales.
Más tarde los sicarios dejaron otra parte del cuerpo frente a las instalaciones del Colegio Militar y próximo a la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano. Otros restos fueron localizados frente a la escuela Conalep y una tercera bolsa con restos humanos en la gasolinería de Chamilpa.
La ruta que siguieron los autores de la ejecución inició en Cuernavaca y siguieron por la autopista Cuernavaca-Acapulco, por donde arrojaron los restos en un trayecto de seis kilómetros, aproximadamente.
Los restos fueron trasladados al Servicio Médico Forense de la Procuraduría General de Justicia del estado.
En otro hecho, la dependencia estatal informó además que la tarde del viernes fue localizado un cuerpo en estado de putrefacción en el paraje conocido como “El Mango”, en el poblado de Coatetelco, municipio de Miacatlán.
Elementos de la Policía Ministerial y del Servicio Médico Forense (Semefo) caminaron unos cincuenta metros hasta llegar al barranco donde se encontró el cadáver de la víctima que yacía a una profundidad de cuatro metros, aproximadamente.
A las instalaciones del Semefo arribó Darío López Nazario para identificar al hoy occiso como su hermano de nombre Marcos López, de 40 años, vecino de la colonia Tres de Mayo en la comunidad de Alpuyeca, municipio de Xochitepec.
Con los crímenes ocurridos en este fin de semana suman 68 las víctimas que ha dejado el enfrentamiento entre bandas del narcotráfico por el dominio del territorio.
EL UNIVERSAL