Miles continúan con “hambre” en las comunidades de Oaxaca; pocos disfrutan de la opulencia de los lujos y de su posición en el gobierno federal y estatal. En un salón no muy ostentoso pero si con algunas comodidades aparecía la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga y un gobernador nada accesible Gabino Cué Monteagudo.
Funcionarios de todos los niveles, de diversos colores y hasta sabores, se encontraban presentes en la Segunda Sesión Ordinaria de la Comisión Intersectorial de la Cruzada Nacional Contra el Hambre.
Sólo dos horas y media bastaron para conocer y exponer soluciones a medias ante las necesidades de las comunidades oaxaqueñas así como de los recursos que se requieren y sobre todo para presumir y dejar en claro que Enrique Peña Nieto es un gran presidente porque trabaja y se preocupa por los pobres.
Celulares de grandes marcas y de precios por arriba de los 10 mil pesos no se dejaban de presumir entre los colaboradores de la titular de la Sedesol y del propio gobernador; los zapatos, trajes de gran prestigio también relucían en una reunión en donde el punto principal son las carencias por las que atraviesan miles de oaxaqueños y mexicanos.
“Debemos demostrarle a México que los pobres también son productivos”, exponía la ex perredista Robles Berlanga en un discurso vacío pero con grandes elogios a la administración de la que es parte.
Los que tienen poco también pueden demostrar que no son mantenidos del gobierno, apuntaba nuevamente la mujer quien se negó a dar entrevistas a los medios de comunicación al final del evento debido a la “veda electoral”.
¡No quieren dar entrevistas, pero son buenísimos para violar la ley electoral!, manifestaba uno que otro reportero quien mostraba su molestia ante la impotencia de no poder llevarse la nota de ocho en su medio de comunicación.
Mientras en la delegación de la Sedesol, un grupo de trabajadores exigían su pago del Programa de Empleo Temporal en medio de un sol incandescente y desesperados por no ser atendidos arremetieron contra un grupo de periodistas que cubría la nota.
Después tocó el turno de Gabino Cué Monteagudo, quien pidió de manera extensiva a Rosario Robles Berlanga dar sus saludos a Peña Nieto y solicitar su intervención para solucionar el conflicto agrario que mantienen los Chimalapas y el estado vecino de Chiapas.
Con el rostro cansado y fastidiado, quizá por los problemas de ingobernabilidad que se viven en la tierra de la Paz y el Progreso, Gabino Cué despidió a Rosario Robles Berlanga, por la “puerta trasera”, porque la principal se encuentra abarrotada de manifestantes que permanecen en este lugar desde hace días incluso meses.
Carina García/Libertad-Oaxaca.info