Hace un par de semanas recibía duras críticas en mis redes sociales por afirmar que: “La diferencia entre los políticos de ayer y los de hoy estriba en que, quienes formamos esta nueva generación tenemos muy arraigadas las palabras COMPROMISO y TRBAJAO SOCIAL” y quizá con justa razón mi aseveración fue tomada como un acto de demagogia narcisista pues desafortunadamente estamos tan acostumbrados al sentido equivocado de POLITICA que el hecho de solo nombrarla nos hace coincidir en el más despectivo de sus significados, tratando al concepto como el origen único y exclusivo de la pobreza, marginación e impunidad en nuestro país, convirtiendo como consecuencia de esto al POLITICO en el actor determinante de todos los males.
Esta visión equivocada ha sido construida con mucho empeño por la clase política desde SIEMPRE, pues a través de olvidos, traiciones y múltiples muestras de cinismo se ha dado la espalda a quien debería dársele la vida y hablo justamente de la ciudadanía; los indicadores muestran que cada elección se está transformando en un gran reto por la captación no solo del voto, sino SOBRE TODO de la CONFIANZA SOCIAL, pues hoy por hoy ya no se cree en la política a decir de Jean Bodin como un “Medio colectivo para resolver los asuntos públicos”, sino como un instrumento para legitimar una aristocracia moderna; de ahí que hoy exista un gran desafío para quienes quieren asumir un liderazgo, pues ya no bastan los principios del Marketing Político como estrategia infalible para ganar elecciones, tampoco ya no son suficientes las viejas campañas mediáticas de alabanza o las maquinarias del voto duro como sinónimo que garanticen VICTORIA ELECTORAL en cualquier contienda.
Los tiempos han cambiado y haciendo una analogía a lo descrito por el magnífico Mario Benedetti, Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas “POLITICAS”, de pronto, cambiaron todas las preguntas “SOCIALES” y es justamente aquí donde es imprescindible tomar una pausa y reformular de esta manera nuestras respuestas en torno a la POLITICA.
La doctrina respecto al tema nos ha dejado claro el sentido de esta ciencia, que va de la mano sea cual fuese el matiz ideológico o el color partidista del sentimiento de PERTENECIA COLECTIVA, que diseña, trasforma, genera o destruye todo el capital político, humano o institucional en un núcleo social, de ahí que podamos entender que la respuesta a la encrucijada de esta generación que pretende tomar la estafeta del liderazgo político se encuentra NO solo en renovados mecanismos de psicología publicitaria o ingeniería electoral sino por el contrario en conceptos tan SIMPLES pero tan PROFUNDOS como COMPROMISO, TRABAJO, DIGNIDAD, CONGRUENCIA y UNIDAD.
COMPROMISO pues hoy en día, mediante el mecanismo del DISCURSO POLITICO se manipula el sentido social de las necesidades haciendo gala de las promesas redentoras y del absurdo populismo desmedido antes que de las acciones reales, justas e incluyentes.
TRABAJO pues es necesario recuperar el sentido real de la política social y no de escritorio haciendo más líderes de a pie que conozcan, caminen, sientan y hagan verdaderamente suyas las necesidades del pueblo para resolverlas y de esta manera iniciar la destrucción de las estatuas de oro detrás de las vitrinas de la administración pública que solo sirven para adornar la opulencia que contrasta al olvido de nuestro pueblo.
DIGNIDAD para asumir la responsabilidad de ser guía y no objeto de escarnio público por la frivolidad de los asuntos privados, que bien pueden ser estilos de vida particulares en el ejercicio de la libertad individual, pero que en la mayoría de los casos en nuestros políticos resultan un exceso derivado de la falta de CONGRUENCIA entre lo que se dice y lo que se hace.
Y por su puesto y no menos importante UNIDAD como fundamento del quehacer político, pues ya no es tiempo de los debates estériles y las divisiones de colores o diferencia egocentristas lo que se necesita con urgencia y desmedidamente es un NUEVO y AUTENTICO PACTO SOCIAL para hacer frente a los grandes y nada fáciles retos que tiene Oaxaca.
Por ello ya no es hora de buscar la dialéctica en la filosofía política para entender LOS GRANDES PROBLEMAS NACIONALES, pues hoy más que nunca es necesario un cambio en la visión para empezar a reconstruir el estado que MERECEMOS; de ahí que hoy los jóvenes debamos preguntarnos si estamos verdaderamente preparados para asumir este gran reto que parece rebasarnos, y dejar de ser (citando a Winston Churchill) POLITICOS QUE PIENSAN EN LAS PROXIMAS ELECCIONES Y TRANSFORMARNOS EN ESTADISTAS QUE CONSTRUYAN EL FUTURO DE UNA NACION.
Twitter. @david_ecastillo
*10 Veces Campeón Estatal de Oratoria, Premio Estatal de la Juventud 2010, Representante de México en Venezuela, Argentina y la ONU.