De Muy Noble y Leal a Patrimonio Mundial

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Hace más de 500 años los primeros oaxaqueños se asentaron alrededor del Cerro del Fortín, desde donde seguramente planearon conformar una ciudad que tuvo nombre oficial hasta 1532, como Muy Noble y Leal Ciudad de Oaxaca, y que hoy es reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad y capital de la cultura mexicana.

 

Sus habitantes festejan cada 25 de abril, en conmemoración del día en que en Medina del Campo, España, el Rey Carlos V firmó una Cédula Real y la llamó la Muy noble y leal Ciudad de Antequera, nombre que fue sustituido por el de Oaxaca, Huaxyácac en lengua náhuatl, y complementado en 1872 por el de Juárez, en honor a Don Benito Juárez, el más ilustre de sus hijos.

Este 2012 la conmemoración duró del 18 al 28 de abril, con la participación de sus autoridades y población que en calles, plazas, mercados, recintos culturales y oficiales, bailó, comió, cantó, corrió y recorrió la Muy Bella y Leal Ciudad de Oaxaca.

Fue una oportunidad para disfrutar de diversas actividades enmarcadas en la estampa de las edificaciones de cantera verde, iluminadas por la luz que desde muy temprano el sol prodiga generosamente en esta ciudad, y que tantos halagos ha recibido por propios y visitantes.

La Plaza de la Danza, la Catedral de Oaxaca, el Zócalo, la Alameda de León, el Teatro Macedonio Alcalá, la Casa de la Ciudad, el Palacio Municipal y el Centro Cultural San Pablo se vistieron de gala para recibir a los convidados.

El concierto que engalanó el aniversario fue el que ofreció la Orquesta de Cámara del Instituto Nacional de Bellas Artes en el Teatro Macedonio Alcalá donde convivieron composiciones clásicas y una contemporánea de Eduardo Farrés, dirigidas por el músico José Luis Castillo.

Asimismo, para apreciar el trabajo que realizan a diario sus creadores e intelectuales que engrandecen y enriquecen la vida citadina, hubo muestras de arte popular con las calendas y las marmotas; las artesanías en barro, cera o vestimenta; la tradicional comida oaxaqueña, hasta la presencia de la música en voz de sus mejores exponentes Susana Harp, Ana Díaz y Paulina Tenorio.

También figuró la exposición fotográfica Oaxaca de Antaño, de Aarón Pérez Yescas instalada por el fotógrafo Barak Torres. Fue inaugurada por el presidente municipal de Oaxaca de Juárez, Luis Ugartechea Begué, el coordinador de la Casa de la Ciudad, Gustavo Madrid Vásquez y la presidenta de la Fundación Alfredo Harp Helú, María Isabel Grañén Porrúa.

La muestra que permanecerá expuesta hasta mayo, consta de 41 fotografías que datan de 1920 a 1950 y atestiguan el implacable transcurrir del tiempo. Las imágenes fueron tomadas a través de una cámara portátil de fuelle de 13 por 18 centímetros, marca Korona View, de madera ligera, para placas de celuloide.

En la fiesta, no faltaron los danzones, presentación de bandas, mariachis y conciertos en el Teatro Macedonio Alcalá, uno de los más bellos a nivel internacional y que lleva el nombre del violinista, pianista y compositor, autor del “Dios nunca muere”, el himno de los migrantes oaxaqueños.

Y como una muestra de buena voluntad con la naturaleza, fueron sembrados árboles de guajes en el Paseo Juárez, El Llano, en el Jardín Carbajal y en el zócalo de la ciudad. Este árbol es considerado como emblemático para la Ciudad de Oaxaca, porque representa el origen de su nombre en idioma náhuatl, Huaxyacac, cerca o en la nariz de los guajes.

Mención especial merece la presentación de los libros “Oaxaca, ciudad para vivirla y contarla” del cronista Rubén Vasconcelos Beltrán y “Oaxaca, Paraíso de Mi Memoria” de la escritora Luz María González Esperón, que contribuirán a recordarles a los oaxaqueños, que cuentan con una grandeza histórica y cultural forjada en más de cuatro siglos.

Asimismo se editó la revista conmemorativa “De Villa a Ciudad”, coordinada por la asesora cultural Dora Cecilia Aceves Martínez. En ella se encuentra un poema de Alfonso Francisco Ramírez, una composición de Samuel Mondragón, una leyenda de José María Bradomín; artículos sobre la Casa Oaxaqueña de Aceves Martínez, de Fernando Castillo Menéndez, Enrique A Cervantes, Alberto Vargas, Policarpo T. Sánchez, Esteban Avendaño Chávez, Patricia Cox y Efrén Núñez Mata.

Y para reconocer a quienes en tiempos recientes han hecho aportaciones para el bienestar de la población, también fueron otorgadas las condecoraciones de Ciudadano Distinguido y Medalla Donají; Ciudadano de Antequera y Oaxaqueño Inolvidable; Visitante Distinguido y Diploma al Mérito.

Para concluir el festejo por los 480 años, esta ciudad que se ubica en un valle recibió en la Plaza de la Danza, a gente del mar, a la Banda Sinfónica y Sección Coral de la Secretaría de Marina dirigida por el Teniente de Corbeta, Narciso Bautista González.

Pasada la fiesta, los oaxaqueños seguirán trabajando todos los días con renovados ánimos, en espera de volver a celebrar un cumpleaños más de su muy Noble y Leal Ciudad de Oaxaca de Juárez, que en noviembre de 2013 será sede del XII Congreso Mundial de Ciudades Patrimonio Mundial.