Son chiquitos, hermosos, la razón de nuestras vidas y queremos demostrarle todo nuestro afecto, pero ¿qué pasa cuando en ese afán de transmitirle el amor de padres a hijos los besamos en la boca?
Tu Día le consultó sobre el tema a Cristina Hernando, Licenciada y Profesora en Psicología (M.P. 236 – M.E. 108), especialista en Psicología Clínica. Profesora titular de Psicología de la Niñez de la carrera de Psicología de la UCC y Mariela Zachetti, Licenciada en Psicología (M.P. 2852 – M.E. 450), especialista en Psicología Clínica Profesora Adjunta de Psicología de la Niñez de la carrera de Psicología de la UCC, docente en la Facultad de Psicología de la UNC. Las especialistas fundamentaron por qué no hay que besar en la boca a los hijos.
“Definitivamente sostenemos que no es adecuado que los papás den besos en la boca a sus hijos, es necesario diferenciar la sexualidad del adulto de la del niño; los besos en la boca, en nuestra cultura, suponen una modalidad de la sexualidad del adulto y con ello una manifestación del erotismo en la pareja: pareja de novios, pareja de padres, pareja de adultos; no pareja de padres con hijos”, señalaron.
“Si bien la boca es una zona en la que el niño encuentra placer y lo promueve a través de diferentes prácticas, como la succión del pulgar, del chupete, de la tetina de la mamadera, de los chupetines más tarde y de las tortas de chocolate!!!, es un placer que comienza y se agota en la actividad misma y no un medio para el pasaje hacia el placer genital como si ocurre del lado del adulto. Como dijimos anteriormente no confundamos la sexualidad infantil que es placer en el cuerpo en general de la sexualidad genital del adulto”, agregaron.
“El beso en la boca tiene una connotación erótica, en nuestra cultura es así y nosotros vivimos aquí, y las normas y pautas no son para el beneficio de la persona en particular sino para la sociedad en general y permiten y dan lugar a la convivencia; el beso en la boca en esta cultura supone erotismo, y ese erotismo no es desestimado por el vínculo, que se lo de el padre no le quita el significado porque entonces podríamos pensar también que al golpe si se lo da el padre no duele… ser padres no justifica ni da lugar a hacer con el hijo lo que se desee, sino lo que es mejor para el desarrollo del niño”.
“El beso en la boca entre padres y niños, bañarse con los niños y los niños en la cama de los papás, son situaciones que tienen en común la dificultad del lado del adulto de generar espacios y lugares definidos desde donde se ejerzan funciones y asienten garantías de cuidado, sostén y protección para el niño. Estas tres situaciones dan cuenta de la dificultad del adulto de marcar una cierta asimetría en el vínculo, con alguien que cuida y alguien que es cuidado y que no tiene que temer de las acciones de ese adulto para con él. Con acciones que no respeten el cuerpo del niño no se lo está cuidando adecuadamente”, consignaron las especilaistas.
“El niño no pide el beso en la boca, el niño no sabe de eso, al beso en la boca lo da el adulto a través de un acto de intromisión y apropiación del cuerpo del niño, es decir que aquel vínculo necesariamente asimétrico y de ternura se transforma en un espacio para la apropiación que no es positivo y que puede confundir al niño ya que con él se hace ‘lo que mamá hace con papá cuando están enamorados'”.
“Seguramente el que está habituado a esta práctica encontrará en estas apreciaciones un exceso, quizás nunca se detuvo a pensarlo… quizás el niño todavía no preguntó por qué le dan besos en la boca sus papás… hay familias en las que esto es una práctica instalada y naturalizada, que no se cuestiona, que es así entre abuelos, padres, hijos y nietos, pero sin dudas en esas familias encontraremos una cierta dificultad para respetar el lugar y los espacios de cada uno, y de las parejas de cada miembro, una dificultad para construir espacios íntimos y para respetar ciertas normas y con ello la posibilidad de ponerse en el lugar del otro”, señalan.
“¿El papá/mamá le preguntó a su hijo si le gustan los besos en la boca con sus papás? ¿Qué piensan los que lo ven? ¿A quién o para quién son los besos en la boca? Son preguntas que quizás a los padres les ayuden a ponerse del lado del hijo y desde allí comenzar a regular su práctica”.
“Lo que sí podemos pensar desde aquí es que en la medida en que se naturalicen estas prácticas, aunque sea en el ámbito familiar, no se le están proporcionando al niño las herramientas para cuidarse y para diferenciar lo propio y lo ajeno y lo que los otros pueden hacer con él. Debemos pensar que estas modalidades vinculares que tienen su germen en la familia se repetirán luego en otros vínculos y éste niño no podrá correrse, y quedará allí de nuevo, atrapado en un vínculo donde no puede poner límite y cuidarse… esto sí afuera de la familia dará lugar a abusos, pero no sólo en el orden sexual”, finalizaron.
Dar un “piquito” a los chicos: una costumbre que conviene descartar
Por la Lic. Marisa Russomando, Psicóloga (MN) 23189 especializada en maternidad y crianza, Directora de Espacio La Cigüeña.
Muchas veces los adultos, como una manera de expresar cariño hacia los chicos, les dan un beso superficial en los labios: el famoso “piquito”. Pero esta no es una buena costumbre, ya que puede producir en los niños confusiones.
Aunque estos besos sean brindados como demostración de afecto, los chicos que todavía transitan la etapa oral tienen sus sentidos centrados en la boca, por lo que este tipo de caricia les despierta estímulos en zonas sensibles. Lo ideal es aclararles desde pequeños que ese tipo de besos está destinado a las relaciones de pareja entre adultos.
El beso en la boca – aunque sea superficial – debe ser una demostración de cariño que comparten sólo las parejas como papá y mamá.Además, como los chicos imitan a sus padres, probablemente querrán repetir estas actitudes con ellos o con otros chicos.
Como padres, debemos enseñar a nuestros hijos a prevenir y detectar cualquier tipo de maltrato o abuso sexual, es decir toda actividad que sea llevada a cabo por un adulto o por otro pequeño que tenga connotaciones sexuales.
Es importante que los chicos tengan bien en claro cuáles son los límites. Qué partes de sus cuerpos tienen que proteger o cuidar, y hasta dónde es normal que otra persona los acaricie.
Es importante tener presente que quienes abusan de los niños no siempre son personas extrañas. En nuestro país, en el 90% de los casos se trata de personas cercanas a la familia, a quienes los niños conocen y en quienes confían.Cada familia es diferente.
En caso que los padres decidan dar “piquitos” a sus hijos deben dejar sumamente claro que ese tipo de besos no se los pueden dar otros adultos y que tampoco es algo que el propio niño pueda hacer con sus pares.